por admin » Jue Ago 18, 2011 3:42 pm
Jefe de inteligencia fue vinculado con el Caso 'Vaticano'
Oficial retirado del Ejército, Eduardo Arbulú, encabeza ahora organismo clave del Ministerio del Interior
Jueves 18 de agosto de 2011 - 08:03 am 45 comentarios
(El Comercio)
GERARDO CABALLERO
Los militares en situación de retiro siguen copando puestos estratégicos en el gobierno de Ollanta Humala, a pesar de que, durante la campaña electoral, el entonces candidato de Gana Perú expresó su respeto por el principio del control civil democrático sobre las fuerzas de seguridad.
Ayer se oficializó que el coronel EP (r) Eduardo Arbulú Gonzales ha asumido las riendas de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin).
Esta designación significa desplazar a miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) de un órgano de inteligencia que siempre controló. Arbulú releva en el cargo al general PNP Teddy Bartra Arévalo.
Este oficial del Ejército en retiro se graduó en la controvertida Escuela de las Américas (SOA, por sus siglas en inglés), un centro estadounidense dedicado a entrenar a soldados latinoamericanos en técnicas contrainsurgentes, emboscada, guerra de comando y psicológica, inteligencia y tácticas de interrogación.
Entre los oficiales peruanos entrenados en la SOA se encuentran Juan Velasco Alvarado, Nicolás Hermoza Ríos, Vladimiro Montesinos, Santiago Martin Rivas, Telmo Hurtado y Juan Rivero Lazo, varios de ellos involucrados en denuncias de violaciones de derechos humanos.
Pero no es este el ángulo más llamativo de la historia del nuevo hombre de inteligencia.
RELACIONES PELIGROSAS
En setiembre de 1996, cuando el país se sorprendía con las revelaciones del narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera ‘Vaticano’, el fiscal del caso, Lidio Marticorena Gaspar, quien ya había presentado su denuncia, pidió a la Primera Sala Penal Superior ad hoc que abriera una investigación sobre una serie de oficiales –entre los que se encontraba Arbulú– porque habrían tenido vínculos con el capo de la droga.
Según esta información, a inicios de los años 90 Arbulú trabajó directamente para el general EP Jaime Ríos Araico, jefe del Frente Huallaga, quien fue sentenciado a 8 años de cárcel.
El fiscal Marticorena creía que el ahora director de inteligencia también sabía de la existencia del cártel que controlaba ‘Vaticano’.
El Ministerio Público también pidió investigar –entre otros– al capitán EP Rafael Franco de la Cuba –a quien ‘Vaticano’ llamaba ‘Capulina’ y señalaba como uno de los oficiales que le dio protección para sus ilícitas actividades– y al general EP Eduardo Bellido Mora, sucesor de Ríos Araico.
Empero, varios de estos uniformados no fueron investigados porque el Ministerio de Defensa se negó a entregar a la sala penal los informes de Inspectoría General del Ejército en los que se detallaban los supuestos vínculos que los mandos del Frente Huallaga habrían tenido con el narcotráfico.
El Comercio se comunicó con Arbulú para conocer su versión, pero se excusó por no declarar. Tampoco quiso precisar si había integrado el Frente Huallaga.
Por la noche, el ministro del Interior, Óscar Valdés, aseguró que Arbulú reúne las condiciones para el cargo.
INÉDITA DESIGNACIÓN
Uno de los críticos de esta designación es el ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi, quien recordó que todas las unidades de inteligencia de la policía, incluida la Dirección Antidrogas (Dirandro), envían sus informes a la Digimin. “Nunca, salvo en dictaduras, ha habido un militar ahí, porque los militares no tienen nada que ver con ese tipo de temas, como seguridad y narcotráfico”, dijo.
EL NARCO Y MONTESINOS
A inicios de 1994, fue capturado en Colombia el narco Demetrio Chávez Peñaherrera “Vaticano”, uno de los abastecedores del cártel de Cali.
Según las investigaciones, “Vaticano” realizó sus actividades desde los años 90 con colaboración de mandos del Frente Huallaga del Ejército Peruano, específicamente de la base Punta Arenas. Incluso los militares lo ayudaron a habilitar una pista de aterrizaje en Campanilla para avionetas que llevaban droga.
En agosto de 1996, una vez iniciado el juicio oral, “Vaticano” dijo que había tenido el apoyo del corrupto y todopoderoso asesor presidencial del fujimorismo, Vladimiro Montesinos.
Poco después, la entonces fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán, presentó un informe del Servicio de Inteligencia Nacional que decía que Montesinos no tenía nexos con el narcotráfico.
En una confusa audiencia en la que “Vaticano” parecía estar drogado, este se retractó de su acusación y el fiscal se inhibió de hacerle más preguntas. Chávez Peñaherrera fue sentenciado a 27 años de prisión.