El irresistible atractivo del Ártico para las petroleras
Exxon, Rosneft y Shell invierten millones en la región
Por RUSSELL GOLD
El acuerdo de US$2.200 millones entre Exxon Mobil Corp. y OAO Rosneft para perforar y buscar petróleo en las gélidas aguas al norte de Rusia es la señal más reciente del interés fervoroso de la industria de energía por explorar más allá del Círculo Ártico.
La región comprende casi 30 millones de kilómetros cuadrados; apenas 6% de la masa de tierra del planeta. Pero se estima que contiene una cantidad de petróleo y gas equivalente a 412 millones de barriles de petróleo, alrededor de 22% del crudo y gas no explotado en el mundo.
Más recientemente, el hielo cada vez más delgado ha facilitado trabajar en algunas partes del Ártico. Y el persistentemente alto precio del petróleo, junto con restricciones políticas en otros lugares, animó a Royal Dutch Shell PLC y Cairn Energy PLC a invertir miles de millones de dólares en zonas no exploradas con anterioridad.
Sin embargo, los desafíos son gigantescos. El clima extremo y los flujos de hielo durante los meses más fríos podrían causar estragos en las plataformas de la industria petrolera. Limpiar un derrame de crudo sería un esfuerzo enorme. Los mares allí no acomodarían los microbios que se usan para absorber y romper gotitas de petróleo. Las pistas de aterrizaje, puertos y pueblos existentes en el Ártico no podrían hacerle frente a la clase de respuesta masiva que tuvo lugar luego del derrame petrolero en el Golfo de México el año pasado.
El Círculo Ártico es una zona mayormente virgen en lo referido a desarrollo industrial y, debido a su clima frío durante todo el año, le resultaría más difícil recuperarse de un derrame petrolero, señala el Consejo Ártico, un foro intergubernamental de países que bordean la región.
A pesar de ese tipo de objeciones ambientales, la exploración en el Ártico está avanzando con rapidez. Por ejemplo, Exxon y Rosneft comenzarán una exploración preliminar el año próximo.
Un vocero de Rosneft dijo que las dos empresas esperan perforar su primer pozo en 2015, si todo sale según lo planeado.
Shell recibió la aprobación condicional del gobierno de Estados Unidos para explorar hasta 10 pozos durante los próximos dos años en aguas poco profundas de Alaska. La empresa anglo-holandesa aún necesita más permisos. Cerca de la costa occidental de Groenlandia, sobre ambos lados del Círculo Ártico, la escocesa Cairn Energy ha perforado tres pozos y planea un cuarto para este año.
Las dos partes del Ártico que se cree que contienen enormes depósitos de petróleo y gas se encuentran al norte de Alaska y los Territorios del Noroeste de Canadá así como las aguas al norte de Rusia, extendiéndose desde su frontera con Finlandia y continuando hacia el oriente por más de 1.600 kilómetros.
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"Alrededor de la costa de Rusia, a los geólogos se les hace agua la boca ante la escasa exploración que se ha hecho y ante la oportunidad de perforar", señala Peter Robertson, un vicepresidente jubilado del directorio de Chevron y asesor petrolero independiente de la firma de consultoría Deloitte LLP. "Hay potencial para descubrimientos muy grandes. Es una gran oportunidad".
Marilyn Heiman, directora del Programa Ártico de EE.UU. en el Pew Environment Group, advierte que la rapidez con la que avanza la industria para comenzar a perforar es mayor que la celeridad con la que avanzan los países para diseñar las regulaciones apropiadas. "El Ártico es uno de los lugares más peligrosos del mundo para perforar y debemos tener estándares establecidos para prevenir derrames petroleros", sostiene.
La vocera de Shell, Kelly op de Weegh, señala que los riesgos son manejables y que la empresa planea tener barcos de recuperación de petróleo listos y a la vista. "Podríamos responder a cualquier incidente en el lapso de una hora", afirmó. Además, los pozos que Shell planea perforar no se consideran complejos según los estándares de la industria petrolera. "Las presiones encontradas en el Golfo de México son cinco veces mayores que las que encontraríamos en pozos cerca de la costa de Alaska", indica.
Hay desafíos extraordinarios para los interesados en el Ártico. Por ejemplo, para diseñar plataformas permanentes para administrar los pozos de producción se necesitará acero que pueda soportar años de frío extremo sin resquebrajarse.
Los países limítrofes están preparando las bases para más actividad. Hace poco, algunos países han aclarado límites marinos a menudo dudosos por encima del Círculo Ártico, preparándose para el desarrollo previsto de petróleo y gas. El año pasado, Noruega y Rusia terminaron con décadas de negociaciones y deliminatorn su frontera.