EEUU registra salida neta capitales en julio: Tesoro
viernes 16 de septiembre de 2011 13:35 GYT
Por Steven C. Johnson
NUEVA YORK (Reuters) - Los inversores extranjeros salieron de valores estadounidenses por tercer mes consecutivo en julio, cuando los legisladores en Washington chocaron en el debate por elevar el límite del endeudamiento del país, según datos difundidos el viernes por el Departamento del Tesoro.
Buena parte de las ventas se concentró en instrumentos de corto plazo, lo que contribuyó a una salida neta de 51.800 millones de dólares en julio, un alza desde las ventas netas de 29.400 millones de dólares el mes anterior.
"El debate sobre el límite de deuda causó enorme incertidumbre y el hecho de que Estados Unidos haya perdido su calificación AAA llevó a un éxodo de los activos en dólares en julio", dijo Kathy Lien, jefe de investigación en GFT Forex en Nueva York.
Los legisladores evitaron que Estados Unidos cayera en moratoria del pago de deuda con un pacto de último minuto para aumentar el límite de deuda, pero aún así Standard & Poor's despojó al país de su preciada máxima calificación crediticia en agosto, indicando su preocupación de que los políticos no acuerden formas de reducir el déficit fiscal en el largo plazo.
Una comisión bipartidista de legisladores se reunirá más adelante este año para tratar de recortar al menos 1,2 billones de dólares del déficit presupuestario estadounidense en un periodo de 10 años.
El informe del Departamento del Tesoro mostró que los inversores privados y los bancos centrales extranjeros fueron vendedores netos de letras del Tesoro por un monto de 33.800 millones de dólares en julio, la mayor salida neta de las letras desde enero del 2010.
MODESTAS COMPRAS DE LARGO PLAZO
Los inversores extranjeros, no obstante, fueron compradores de activos estadounidenses de largo plazo como bonos y letras del Gobierno, acumulando hasta 9.500 millones de dólares. Aunque eso fue más que los 3.400 millones de dólares de junio, fue menos de un tercio de los flujos de capitales de 31.600 millones de dólares en promedio registrados entre enero y mayo.
"En general, el gran escenario muestra que continuó débil el apetito extranjero por activos estadounidenses. Eso ha sucedido por cierto tiempo", dijo Jens Nordvig, jefe de estrategia monetaria del G-10 en Nomura.
Los inversores extranjeros compraron un neto de 16.200 millones de dólares en letras y bonos del Tesoro en julio tras haber retirado 4.600 millones de dólares el mes anterior.
Las compras de bancos centrales fueron modestas. Las tenencias de papeles del Tesoro que mantienen China y Japón, los dos principales acreedores de Estados Unidos, casi no registraron variación mientras que Rusia vendió bonos del Tesoro por noveno mes consecutivo.
Eso fue "una señal de que las peleas por el presupuesto de Estados Unidos y la rebaja en la calificación crediticia pasaron factura hasta en los más sólidos compradores" de deuda estadounidense, dijo el estratega de monedas del Deutsche Bank Alan Ruskin.
Sectores bancarios del Caribe, un área para la actividad de los fondos de cobertura, se retiraron de 17.200 millones de dólares en bonos del Tesoro en julio.
AGOSTO Y SEPTIEMBRE SE VEN MEJORES
Las compras de papeles del Tesoro se recuperaron en agosto y septiembre, cuando se renovó la búsqueda de seguridad al debilitarse la economía estadounidense, al tiempo que la crisis de la zona euro amenazó la salud de la economía global.
Incluso con la rebaja en la calificación de Standard & Poor's, los valores del Tesoro mantuvieron su condición como los activos más seguros y líquidos. La demanda llevó al rendimiento de los bonos de referencia a 10 años por debajo del 2 por ciento por primera vez en al menos 60 años.
Eso debería reflejarse en los datos del Departamento del Tesoro para agosto y septiembre, que se difundirán en el transcurso de los próximos dos meses.
Pero Ruskin dijo que la reciente alza del dólar y de los bonos del Tesoro tendría que ver más con el recorte de exposición a la deuda de la zona euro por parte de inversores estadounidenses y por la crisis bancaria que con el incremento de la demanda extranjera por activos estadounidenses.