por admin » Mar Oct 11, 2011 6:47 pm
Aldo Mariátegui:
"Mucho purgante"
La columna del directorLima - - Inquietante esta gigantesca purga de generales en la Policía, la que sigue a la razia de diplomáticos en Torre Tagle y a ese masivo ascenso de "promocionales" de Ollanta al rango de generales en el Ejército. Pero, a tenor de lo que escribe el harvardiano analista gringo Steven Levitsky en La República, preocuparse por eso es algo así como "histeria de derecha" (claro, él coge su pasaporte y se larga tranquilo si esto se vuelve chavista), así que pasemos al fútbol, ese dulce opio que nos embriaga estos días.
Como todos, estoy muy contento por la reciente victoria contra Paraguay, pero cuidado con un viejo vicio nacional, muy recurrente en nuestro fútbol, un duende que hace mucho daño: el triunfalismo. Ganar o empatar en Santiago siempre es complicado. He visto caer en sendas eliminatorias allá en 1973 y 1985 a grandes equipos peruanos, con figuras incluso muy superiores a las de hoy en día. Y el mediano equipo de las eliminatorias de 1997 tampoco merecía caer 4-0. Cierto que Markarián es mucho mejor técnico que Scarone, Challe u Oblitas. Cierto que ahora se detecta más vergüenza deportiva y ganas de comerse la cancha. Cierto que Chile viene muy magullado tras su debacle en Buenos Aires. Pero cuidado con el triunfalismo: Paraguay no fue un rival exigente y Chile le regaló 2 goles a Argentina de los 4 que recibió, amén que es complicado ya ir perdiendo 1-0 a los 7 minutos en Buenos Aires.
El triunfalismo intoxica peor que el alcohol. Recuerdo cómo un diario tituló "Perú hoy se escabechea un pollo carioca" cuando nos tocó enfrentar a Brasil en el Mundial Argentina 78 tras una primera fase espectacular y acabamos 3-0. O cómo se quedaron sin abrir varios cajones de cerveza en la casa de un amigo cuando le empatamos angustiosamente a Camerún en el Mundial España 82 en el partido inaugural, cuando previamente dábamos por seguro que le íbamos a llenar la canasta a ese ignoto equipo africano con ese equipazo que había eliminado a Uruguay y que acababa de tener una brillante gira europea, derrotando incluso a Francia en París. O cómo dábamos por hecho clasificar a México 86 derrotando a Chile en el repechaje, tras haber casi eliminado a Argentina en el propio Monumental, y nos metieron 4-2 en Santiago (fina cortesía de Acasuzo) y 1- 0 en Lima (donde Velásquez se falló un gol increíble). Sí creo que somos más que Chile, pero no vendamos la piel del oso antes de cazalo. Y también recién creeré en este equipo de acuerdo a lo que vea hoy, porque esa Copa América y ese Paraguay aún no han conmovido a este viejo aficionado, encallecido por tantas goleadas en mundiales (6-0 con Argentina y 5-1 con Polonia) y por ese infame 4-0 en Santiago en 1997, vapuleo que hasta ahora lleva sepultado mi entusiasmo por la selección.
Desde otro ángulo, me preocupa este acercamiento manipulador de Humala a la selección. No es bueno mezclar fútbol con política. Lo hizo Odría, de quien cuentan que respondió "Buen fútbol y cerveza barata" cuando una vez le preguntaron cuál era el secreto de mantenerse en el poder. Lo hizo Franco con el Real Madrid o Mussolini con la "Squadra Azurra".
Velasco también metió la mano, pero -como en todo lo que hizo este tirano ignorante- fue para embarrarla. No dejó que el argentino Ballesteros tape en las eliminatorias de 1973 y por el pésimo Uribe nos quedamos al regalar éste varios goles. Y también pretendió desaparecer el fútbol profesional, con el modelo cubano del INRED, liderado por Toro Lira, que tanto dañó a los equipos locales, como también casi impuso descabelladamente que el campeón de la amateur Copa Perú vaya automáticamente a la Libertadores...
- Me encantó este pensamiento (intraducible, pues hace un juego de palabras con los apellidos de unos personajes, que significan trabajos, dinero en efectivo y esperanza) que vi en una web de un gringo desesperanzado por la aparente decadencia que corroe a EE.UU.: "Thirty years ago we had Steve Jobs, Johnny Cash and Bob Hope. Today we have no jobs, no cash and no hope". Bueno, por lo menos no tienen a Humala en el poder, aunque al buen Levitsky tal vez le entusiasmaría eso.