por admin » Mar Oct 25, 2011 8:49 pm
Aldo Mariátegui:
"Humala, no, no puedes hacer eso…"
La columna del directorLima - Por allí alguna vez leí que la calidad de una nación se percibe por la manera cómo trata a sus niños y a los animales, al estar estos seres tan indefensos frente a la maldad humana. Pues apuesto que el autor de ese adagio se hubiera muerto en el Perú al enterarse que éste es probablemente el único país del mundo donde -y las fuentes que nos han revelado estos son infalibles- se va a procesar a sus héroes, donde el ministro de Justicia Eguiguren ya casi se ha allanado a procesar a los comandos de Chavín de Huántar, los protagonistas de esa gloriosa operación de rescate de rehenes que se dio en la residencia del embajador de Japón y que, sin exagerar, es motivo de admiración en el mundo (existe un documental en el History Channel que debe de llenar de orgullo a cualquier peruano bien nacido).
¿Se imaginan ustedes a los israelíes procesando a los comandos que liberaron a los rehenes en Entebbe? ¿A Obama enjuiciando a los S.E.A.L.S. que acabaron con Osama Bin Laden? ¿A los ingleses o a los españoles persiguiendo a sus S.A.S. o a sus GEOS que combatieron en arriesgadísimas operaciones secretas al IRA y a ETA?
Refiere el DRAE sobre el término "Inaudito" lo siguiente:
1. Adj. Dícese de lo nunca oído, sorprendente, asombroso. Ejemplo: Novedad inaudita
2. Dícese de lo insoportable, intolerable. Ejemplo: Tu actitud es inaudita.
Pues bien, ambos significados se ajustan perfectamente a la barbaridad que está planteando Eguiguren. Procesar a los comandos de Chavín de Huántar es sorprendente e intolerable. Es como enjuiciar a Rázuri y sus Húsares de Junín por haber provocado la derrota española en esa batalla con un acto de iniciativa propia o al veinteañero general José María Córdova por desmontar de su caballo y ordenar -yendo él al frente, en un acto de demencial valor- tomar el cerro Condorcanqui bajo una lluvia de balas durante la batalla de Ayacucho mientras pronunciaba su inmortal "¡División de frente! ¡Armas a discreción! ¡Paso de vencedores!" o a Trinidad Morán por defender como un león y salvar la retaguardia patriota de Sucre en la quebrada de Corpahuaico con tan sólo un batallón. Es como enjuiciar a Bolognesi por no haber entregado el Morro de Arica o a Grau por no rendirse en Angamos. Como haber querido meterlo preso al Mariscal Cáceres por "maltratar chilenos" en la Campaña de la Breña o al Mariscal Eloy G. Ureta por haber derrotado en toda la línea a los ecuatorianos durante la contraofensiva peruana de 1941 o al Mariscal Oscar R. Benavides por su épica actuación frente a los colombianos en el desigual combate de La Pedrera durante la durísima campaña selvática del Caquetá (¡2 mil kilómetros recorridos a pie desde Chiclayo! Y tanto Benavides como su tropas combatieron enfermos de beri-beri) en 1911, que posiblemente significó que Loreto aún sea peruano. Como encausar al Mariscal Nieto por voluntariamente aceptar ir a duelo jinete a jinete de lanzas y triunfar contra el colombiano Camacaro en plena batalla del Portete de Tarqui, noble lancero que había desafiado a que algún oficial peruano se le enfrente para dirimir la lucha sólo entre ellos y así evitar que sus tropas luchen contra los Húsares de Junín, con quien Camacaro había combatido junto años atrás, porque no quería mancharse con sangre de héroes y hermanos.
No pues. No podemos ser los peruanos tan miserables, tan malagradecidos, tan hijos de puta con los comandos de Chavín de Huántar. No podemos endiosar a esos miserables que asaltaron la residencia del embajador y humillar a nuestros héroes. No puede ser que los caviares sean tan bajos de tratar de denigrar así esta victoria sólo porque sucedió bajo el fujimorismo.
No puedo creer que un militar como Ollanta Humala se preste a esta monstruosidad, a vejar a su propia institución, arriesgando a que las futuras generaciones militares escupan sobre su memoria y le maldigan por desnaturalizado. ¡A ver si este Eguiguren tendría las pelotas para entrar a tiros a una embajada en una operación de éstas!
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