SPANISHNOVEMBER 25, 2011, 2:33 P.M. ET.General Motors y Ford reanudan su guerra
Por SHARON TERLEP y MIKE RAMSEY
DETROIT—Últimamente, Jim Farley, jefe de marketing de Ford Motor Co., le ha estado diciendo a su pequeño hijo que hay una persona en el vecindario a la que hay que tenerle miedo... un hombre que trabaja para General Motors Co.
El vecino es un "hombre malo" que trabaja para la "compañía equivocada", recordó Farley que le explicó a su hijo, según un video de una reciente reunión de blogueros colocado en YouTube en la que habló el ejecutivo.
En la noche de Halloween, cuando padre e hijo golpearon en la puerta de la casa del "vecino malvado" para pedir caramelos, el niño aceptó algunos dulces antes de decirle al hombre: "Chevy es para perdedores", dijo Farley a los blogueros. "Nunca he estado más orgulloso de mi hijo", agregó.
El mundo corporativo tiene rivalidades de sobra: Google contra Microsoft, Visa contra Mastercard, Coca-Cola contra Pepsi. Pero pocas son tan cercanas y personales como la batalla entre las dos grandes automotrices de Estados Unidos: General Motors y Ford.
Ford, fundada en 1903, y GM, creada cinco años después, han estado enfrentadas por más de un siglo. La proximidad intensifica la rivalidad: la sede de Ford en Dearborn, Michigan, está a apenas 18 kilómetros de la de GM, en el centro de Detroit.
En la última década, la pelea de GM y Ford quedó relegada a un segundo plano a medida que aumentaron los problemas para ambas compañías, y conforme Toyota y Honda surgieron como amenazas para ambas. En 2008, el presidente ejecutivo de Ford, Alan Mulally, fue a Washington para abogar por un rescate para GM y Chrysler Group LLC, la menor de las tres automotrices estadounidenses. Durante un tiempo, la mayor preocupación de Ford era que un colapso de su rival GM se llevara consigo importantes proveedores de autopartes.
Pero ahora que GM se ha vuelto a poner de pie, se ha convertido en un duro competidor para Ford como nunca. En lo que va de este año, GM ha aumentado su cuota de mercado en EE.UU. en ocho décimos de un punto a 19,8%, en tanto la de Ford ha subido un décimo, a 16,8%. Y en los primeros tres trimestres del año, GM ganó US$7.400 millones, frente a US$6.600 millones de Ford.
Ford Mustang Boss 302.
.La reanudación de las hostilidades se produce en medio de una oportunidad clave para ambas compañías. Toyota y Honda pasan por un mal momento, perjudicadas por la escasez de vehículos, desastres naturales y algunos problemas de calidad. Ambas compañías estadounidenses ven una oportunidad de oro para capturar una mayor cuota del mercado interno, y una vez más el principal obstáculo es el competidor al otro lado de la ciudad.
A comienzos de este año, el presidente ejecutivo de GM, Dan Akerson, respondió a una pregunta de un diario de Detroit sobre la marca Lincoln, de Ford, cuyas ventas han estado descendiendo por años. No se contuvo. "Están tratando desesperadamente de revivir Lincoln. Bueno, yo le diría, bien podrían rociar agua bendita. (La marca) está muerta", dijo Akerson.
Hace dos años, las reuniones de Mulally con sus principales asesores con frecuencia se concentraban en Toyota como el competidor clave, dijo una persona que ha asistido a las juntas. Ahora, los ejecutivos de Ford nuevamente están fijándose en GM, dijo la persona.
Oportunidad de oro
Es un momento crítico para las automotrices porque se disputan legiones de compradores de autos. El sector está repuntando tras un bajón que duró casi cinco años en el mercado estadounidense. Entretanto, clientes que durante mucho tiempo han sido leales a automotrices asiáticas están echando un nuevo vistazo a otras marcas. En momentos en que Ford y GM se están volviendo comparables en términos de calidad de vehículos, costos y ofertas, la imagen de cada compañía desempeña un papel importante en la toma de decisiones de los consumidores.
En reuniones recientes, ejecutivos de Ford han expresado inquietud acerca de cuán bien se vende el auto deportivo Chevrolet Camaro de GM en comparación con el Ford Mustang. Ford está ahora rediseñando su automóvil deportivo icónico y el éxito del potente Chevy ha añadido presión sobre Ford para que ofrezca un estilo más impactante, dijo la persona.
A los ejecutivos de Ford también les preocupa que la mancha del rescate que el gobierno estadounidense extendió a GM se está desvaneciendo en la mente de los consumidores, posiblemente facilitando que GM gane clientes.
En un comercial reciente, Ford trató de congraciarse con la gente a la que no le gustó que el gobierno ayudara a GM. En él había un propietario de un Ford Focus, que decía: "No iba a comprarme otro auto que fuera rescatado por nuestro gobierno. Iba a comprarlo de un fabricante que se sostiene por sus propios medios, gane, pierda o empate".
Ford ha suspendido el comercial, pero causó malestar entre ejecutivos de GM.
Los equipos de relaciones públicas de las empresas también están listos para resaltar sus fortalezas y señalar las debilidades de su rival.
Cuando las ventas de GM comenzaron a despegar a comienzos de este año, los analistas de ventas de Ford explicaron a periodistas que el aumento simplemente se debía a los mayores incentivos y descuentos. Unos meses después, empleados de GM se regocijaron al señalar que las ventas de Ford subieron en el tercer trimestre porque había aumentado sus acuerdos con compañías de alquiler de autos.
"Creemos que la gente necesita saber qué está ocurriendo con otras compañías", dijo Selim Bingol, portavoz de GM. Un portavoz de Ford declinó hacer comentarios.
Ningún ejecutivo ha expresado tanta virulencia como Farley, el jefe de marketing de Ford. Hace unos meses fue el centro de atención por comentarios que hizo sobre GM en un libro, Once Upon A Car (algo así como Había una vez un auto), del periodista Bill Vlasic, del New York Times.
"Al diablo con GM", dijo Farley (aunque la palabra original en inglés que empieza con la letra F era más fuerte), según la cita publicada en el libro. "Los odio, odio a la compañía y lo que representa. Y odio la manera en que tiene éxito".
Los comentarios causaron revuelo en Detroit, e incluso produjeron una pausa. Una noche, Akerson, de GM, vio a Mulally en un restaurante de la ciudad, y en vez de protestar por las declaraciones de Farley, tuvo un tono conciliador, según dos personas familiarizadas con el asunto.
Akerson dijo que reconocía por su propio comentario del "agua bendita" sobre Lincoln cómo a veces se decían cosas severas cuando se habla de un rival, dijeron estas personas.
En una reciente entrevista, Akerson dio una respuesta más cauta a una pregunta sobre la rivalidad: "Ford es un competidor duro y astuto. Si le dedican tiempo a preocuparse por nosotros, tomaría eso como un elogio".