por admin » Dom Dic 04, 2011 9:10 am
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Cajamarca: proyecto Conga impactaría sobre 100 mil personas
Proesmin afirma que 92 mil personas no son contadas por minera Yanacocha. Alternativa que no seca 2 lagunas para desmonte costaría US$33 mlls. al año
Domingo 04 de diciembre de 2011 - 08:46 am 18 comentarios
(Yanacocha)
GONZALO GALARZA CERF
El Comercio
Conga es una música popular afrocubana; un instrumento de percusión; una danza colectiva. Conga es, también, un proyecto de la minera Yanacocha en Cajamarca. En los primeros casos, su definición invita al baile, a la comunión. En el último, no. Y es ahí, según los expertos en temas mineros, ambientales, hídricos, sociales y económicos, donde radica la diferencia que desata reclamos populares: para la minera Yanacocha el proyecto Conga influye de forma directa en 2 mil familias (promedio de 8 mil personas) de 3 distritos (Sorochuco, Huasmín y La Encañada) de 32 caseríos. Para Proesmin, empresa que da servicios de ingeniería y que tiene ‘mapeada’ la zona con un sistema informático, el radio de alcance es otro: 25 mil familias (promedio de 100 mil personas) de 6 distritos (incluyen Cajamarca, Libertad de Pallán y Hualgayoc) de 697 espacios poblados, entre ellos caseríos, barrios, cooperativas agrarias y villas.
El proyecto Conga está suspendido desde hace cuatro días. Axel Dourojeanni, consultor en materia de recursos hídricos e innovación en la Fundación Chile y propuesto por el Ministerio del Ambiente en las observaciones al estudio de impacto ambiental (EIA) de Conga, da su visión del porqué: “El malestar es más por el efecto acumulado de ver mucha alteración en su entorno, millones de barras de oro pasando delante de ellos y la situación de la mayoría sin mayor cambio. Los EIA deben medir el efecto acumulado en las intervenciones de una cuenca, no es lo mismo una mina allí que seis”.
Para las personas de la zona de influencia reconocida por Yanacocha, la empresa ha planteado alternativas para mitigar el impacto hídrico producto de la extracción de oro y cobre. Y para los que sobran en el ‘baile’ (92 mil personas), Proesmin plantea una alternativa más allá del agua que podría calmar los ánimos. Claro está, de ir adelante el proyecto.
PARA QUE NO SE SEQUEN
El proyecto de Yanacocha implica, según lo planteado por la minera, desaparecer cuatro lagunas, dos (El Perol y Mala) serán vaciadas para extraer el mineral, y las otras dos (Azul y Chica) serán usadas como depósitos de desmonte.
Las dos lagunas usadas como botaderos, explica Proesmin, podrían conservarse. Trasladar los desmontes no a uno sino a cinco kilómetros más allá hacia una zona plana: “Eso costará 1,5 dólares por tonelada. Si retirarán 92 mil toneladas diarias: 33 millones de dólares al año. En grueso: la rentabilidad será de un 5% menos de lo que debería ser”. Para Yanacocha, no es un tema económico, sino de conservación ambiental. Su asesor, el ingeniero Roberto Parra, dice que los fondos de esas lagunas por secarse son impermeables; que en otra zona hay riesgos de que se filtren aguas ácidas. Algo que los expertos del tema aseguran se puede solucionar con geomembranas.
Pero hay un tema más allá del agua: son estas 92 mil personas que verían su vida comprometida con el proyecto Conga. Leopoldo Monzón, gerente general de Proesmin, propone incluirlas en el programa Sierra Productiva: “Con 100 millones de soles, financiados por Yanacocha o el Estado, haces que toda la población viva del agua y tenga agua: haces un microrreservorio rústico por canal, son 300, y captas dos millones de metros cúbicos; haces riego tecnificado en 7.500 hectáreas y ahorras 30% del agua; generas 1.250 hectáreas de pasto verde para la ganadería; cubres energía alternativa y saneamiento al 100%; siembras 25 millones de arbustos nativos; siembras lo más rentable”.
Su radio de influencia, explica, nace al calcular la población desde la cabecera de la cuenca donde se encuentra el proyecto Conga hasta las faldas de los cerros de las cinco cuencas que se forman, excluyendo las ciudades principales. “No es arbitrario. Incluso estoy siendo conservador con la cifra”, añade. Experiencias de Sierra Productiva en la zona las ha visto el ingeniero agrícola Toribio Santayana Vela en la cuenca del río Maschcón.
Pero el ingeniero Santayana ha visto más. Años atrás, cuando Conga estaba en etapa de exploración, fue a esas zonas: “Participé en un estudio hidrológico, pero no lo continué. Vi cómo querían manejar la situación y no me presté a decir cosas que no son”.
EL SILENCIO DEL AGUA
La capacidad de esas cuatro lagunas, detalla Yanacocha, es de 1,4 millones de metros cúbicos (m3). Y que los reservorios a construir, son 3, alcanzarían los 3,2 millones de m3. Los expertos en hidrogeología, riegos y manejo de cuenca como Santayana no se aventuran a dar un cálculo en metros cúbicos sobre lo que significa la pérdida de esas lagunas; y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha optado por no dar declaraciones. El desconocimiento lleva a los ingenieros a solicitar informes hidrológicos.
“Cinco cuencas comprometen un área muy grande. Los afectados en forma directa son los que viven allí, que es una población muy pequeña. La afectación mayor es abajo, donde hay poblaciones más importantes. Incluso el mismo Cajamarca. Si se cambia el balance hidrológico, disminuye el agua y de repente cuando no llueva, si baja un 10% de lo que podría haber, significaría problemas”, dice Santayana.
Si no se usan canales para reemplazar los sistemas naturales, se secarán los manantiales. El agua no alcanzará. Eso lo tienen claro todos. Eso y lo que significa Conga para cada uno