SPANISHDECEMBER 27, 2011, 1:38 P.M. ET.Una prueba de fe para los bienes básicos
Por ANDREW PEAPLE
Las materias primas enfrentan una prueba de fe en el 2012. Los principios que han alentado a los activos de clase en los últimos años, el fuerte crecimiento de los países emergentes junto a una demanda constante en el mundo desarrollado, se encuentran bajo presión a partir de la crisis de la zona del euro y las señales de una desaceleración en China.
Los inversionistas ya están preocupados: los fondos de cobertura han recortado su exposición en materias primas en un 50% desde mayo a diciembre, afirma Barclays Capital, un período en el cual el índice de materias primas Dow Jones-UBS ha caído un 19%. Se necesitarán algunas señales fuertes para volver a tener fe en el 2012.
Los problemas de Europa no sólo tienen un impacto en la débil demanda del continente sobre las materias primas. A medida que los bancos europeos reducen su apalancamiento retraen la provisión de financiamiento, el lubricante que mantiene en marcha el motor de las materias primas. La menor demanda europea de importaciones también implica una menor actividad de exportaciones en países como China, donde la actividad de las manufacturas muestra señales de contracción. En tanto, el atribulado mercado de viviendas de China -los precios están cayendo en la mitad de sus ciudades-, podría perjudicar el crecimiento de la construcción y por consiguiente la demanda de metales.
.Los riesgos acumulados ya han dejado una marca. Los metales industriales han caído un 25% desde finales de julio; los productos agrícolas han cedido un 21% desde finales de agosto. El telón de fondo macroeconómico empeora, algunas materias primas podrían caer aún más que otras. El cobre, por ejemplo, aún se ubica un 85% por encima del costo de producción para los productores de mayores costos de la industria, según Barclays Capital. En contraposición, el precio del aluminio está un 22% por debajo de su costo marginal. Eso ya está provocando que algunos productores recorten sus insumos, lo que significa que el aluminio podría estar cerca de su precio mínimo.
De manera similar, cualquier caída en los precios del petróleo crudo podría ser detenida por recortes en la oferta de los países productores. Gobiernos como los de Arabia Saudí y Rusia necesitan precios del petróleo sólidos para equilibrar sus posiciones fiscales.
El factor de complicación serán las divisiones internas dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, donde Arabia Saudita e Irán están trabados en una lucha por la supremacía regional y todos los miembros tienen que hacer un espacio para la creciente producción de petróleo de Libia e Irak.
Entre las materias primas agrícolas, la soya podría beneficiarse debido a que se está aumentando la cantidad de tierras destinada a la producción de maíz. La demanda podría superar a la oferta en un 1,2%, proyecta J.P. Morgan, el primer déficit de soya desde el 2009.
Factores impredecibles continuarán sacudiendo a las materias primas individuales. Una repetición del último duro clima invernal podría impulsar un aumento de los precios de los granos, el carbón y el mineral de hierro. Las huelgas en dos de las mayores mineras de cobre del mundo ayudaron a respaldar a ese metal en el 2011. Y el petróleo seguirá moviéndose al ritmo de la geopolítica y la amenaza de guerra.
Pero incluso un aumento más sostenido para las materias primas requerirá una resolución definitiva de la crisis de la zona del euro, y evidencias de que Beijing está administrando un aterrizaje suave de la economía china.
Estas expectativas alientan el optimismo para una racha alcista permanente de las materias primas. Goldman Sachs prevé que el crudo cierre el 2012 en US$127,50 el barril, con un aumento del 18%, y que el cobre se ubique en US$9.500 la tonelada métrica, un aumento del 28%. Esas altas expectativas podrían ser la esfera de los verdaderos creyentes por algún tiempo.