por Victor VE » Vie Jul 02, 2010 11:18 am
Lecciones del mundo del fútbol que se pueden aplicar al de las finanzas
El Mundial mantiene a millones de ciudadanos en todo el mundo pegados a la pantalla, animando a su equipo cruce tras cruce y soñando con la victoria. Mientras, otros tantos inversores se mantienen también pegados a otro tipo de pantallas con una esperanza muy parecida: ver a su cartera triunfar. "Mientras veía los partidos me empecé a dar cuenta de cuántas similitudes tiene con el mercado bursátil, y cómo el campeonato puede enseñar una o dos cosas útiles para ganar dinero", asegura Brett Arends, del Wall Street Journal.
Así, el columnista del diario estadounidense señala siete lecciones que el deporte rey le puede enseñar sobre el "juego del dinero".
La primera es que no hay que sorprenderse de las "sorpresas". Aunque nadie podía prever la humillante eliminación de Francia, la caída de Italia o la victoria de Suiza ante España, lo inesperado, lo que Nassim Taleb llama los cisnes negros, no lo es tanto como queremos creer. No hay que confundir lo inusual con lo imposible.
"Hace muchos años, cuando escribí un libro sobre apuestas de futuros en fútbol, un importante corredor de apuestas de Londres me dijo que su firma ganaba mucho dinero en eventos improbables de este tipo. Los que apuestan, dijo, por lo general subestiman las probabilidades de un resultado imprevisto", apunta Arends.
La importancia de una buena defensa
Piqué en España, Demichelis en Argentina... aunque generalmente la gente se fija más en los delanteros estrella que meten muchos goles, lo cierto es que cualquier equipo que se precie necesita una defensa sólida. Lo mismo sucede con el dinero.
De nada sirve tener éxito con las operativas si después no se sabe proteger lo que se tiene. Un error de la defensa puede acabar en un gol decisivo. Un error del inversor puede evaporar de un plumazo sus beneficios.
"El ataque, es decir intentar ganar dinero, es mucho más emocionante que la defensa, es decir, tratar de no perderlo. Pero la gestión hábil de fondos comienza al revés. Después de todo, se necesita una ganancia del 100% para recuperarse de una pérdida del 50%", señala el columnista.
Visión de conjunto
El Mundial es el único momento en la que los seguidores de los distintos equipos se ponen de acuerdo bajo una misma camiseta.
Los inversores deberían hacer lo mismo y tratar de pensar globalmente. "La predisposición local se ha considerado desde hace tiempo como un gran problema en muchas carteras. La mayoría de la gente tiene demasiado dinero invertido en sus mercados bursátiles locales. Varios estudios muestran que los inversores estadounidenses por lo general mantienen más del 80% de su cartera en acciones estadounidenses", afirma Arends.
Y junto con la diversificación, hay que mantener los pies en el suelo y no dejarse cegar por la esperanza. Y es que los sudafricanos siempre animarán a su equipo por mucho que caiga eliminado de los primeros, pero "lo que no entiendo es a los que se aferran a las inversiones horribles, esperando y rezando que la mala gestión, la mala estrategia y los malos productos produzcan de alguna manera un buen resultado. A menos que trabaje en la compañía, nadie necesita quedarse con sus acciones en Washington Mutual o Fannie Mae o General Motors. Si no le hacen feliz, deje de quejarse o de rezar. Venda", sentencia el columnista.
Paciencia y control
"Una vez más, el equipo de Inglaterra ha sido una monumental decepción para sus aficionados. Yo solía vivir en Inglaterra y ver cómo ocurría esto, exactamente cada cuatro años. La leyenda brasileña del fútbol Pelé explicó en una ocasión el problema a un reportero de la televisión británica. Inglaterra, dijo, necesitaba desarrollar paciencia en el terreno de juego", señala Arends.
Y no son los únicos: la paciencia gana. Son demasiados los equipos que intentan el gol por la vía rápida y lo mismo pasa en el mercado bursátil, "calificado en una ocasión por Warren Buffett ?posiblemente el Pelé de las inversiones? como un mecanismo eficaz para transferir dinero de la persona activa a la persona paciente". Tomárselo con calma y esperar la oportunidad de marcar es el mejor plan.
También hay que tener presente que nuestra suerte puede cambiar, por lo que uno nunca debe relajarse y ha de controlar su margen de seguridad. En el caso de los equipos, hay que defender hasta el final. Y en el caso de los inversores, utilizar los mecanismos a su alcance, como vigilar sus posiciones o comprar a precios reducidos.
Ojo con los árbitros
Desde que comenzó el mundial, la polémica ha rodeado a los árbitros. Sólo hace falta recordar el gol fantasma de Inglaterra a Alemania, o el tanto en fuera de juego que le encajó Argentina a México. También los colegiados de los mercados, los reguladores, se han visto rodeados de indignación desde que comenzó la crisis. El árbitro no siempre tiene la razón.
"Los reguladores financieros se han visto sometidos a fuertes críticas durante la crisis financiera, y con razón. No creían que habría una burbuja inmobiliaria. No sabían que los bancos estaban jugando al juego del cubilete y la bolita con sus estados contables. No sabían lo que realmente estaba pasando en el mercado de derivados. La lista da pena", concluye Arends, que advierte que las decisiones de los jefes no siempre son las más acertadas.