por admin » Vie May 10, 2013 8:01 pm
La debilidad del yen habría llegado para quedarse
El Banco de Japón no pudo haber pedido más.
No sólo tiene un yen más débil, sino que la debilidad de la moneda parece haber llegado para quedarse.
Tras semanas de espera, el yen por fin colapsó frente al dólar, lo que proporcionó evidencia de que la política de fuerte expansionismo monetario del banco central está surtiendo efecto sobre la moneda.
La debilidad del yen debería aumentar las exportaciones japonesas, alentar las presiones inflacionarias importadas y ayudar a que la economía japonesa se recupere.
En realidad el Banco de Japón anunció su cuantiosa política expansiva hace cinco semanas.
Pero dado que la reacción inmediata de los inversionistas japoneses ante la medida fue casi nula, y que Estados Unidos nuevamente habló de agregar más relajación monetaria para ayudar en su recuperación, habían pocas razones para vender yenes en serio o, en ese caso, comprar dólares en ese momento.
Después de un repunte inicial, el dólar se situó en un estrecho rango de negociación justo bajo los 100 yenes por dólar. Para fortalecer la moneda estadounidense sobre ese nivel psicológico clave, el Banco de Japón estableció una meta de inflación de 2% en dos años e, incluso, dio señales de que podría aumentar la relajación monetaria si fuera necesario.
Nada de eso resultó.
Datos del Ministerio de Finanzas en Tokio mostraron que, pese al bajo nivel de rendimientos disponibles en casa, los inversionistas japoneses aún estaban reacios a colocar su dinero en el extranjero. Sin esa salida de flujos, el yen difícilmente enfrentaría la presión vendedora necesaria para debilitarse.
Todo esto cambió el jueves, cuando el ministerio publicó cifras de esta semana y la semana pasada, cuya difusión fue postergada por un feriado en Japón. Los datos mostraron que los inversionistas japoneses finalmente fueron compradores netos de activos extranjeros, con las compañías de seguros, que tienen vastas sumas para invertir, encabezando la tendencia.
Gareth Berry, estratega de UBS, describió la salida de dinero como "nada espectacular".
"Pero", destacó, "al menos ha comenzado y posiblemente se acelerará a partir de ahora".
Solo con esas cifras, el yen debería permanecer bajo presión vendedora en las próximas semanas.
No obstante, la renovada fortaleza del dólar probablemente demuestre ser igualmente importante en ese sentido.
Antes del jueves, la percepción del mercado sobre el dólar se vio opacada luego que la Fed reconociera, una semana o dos atrás, que estaba preparada para añadir más expansionismo monetario, en su caso conocido como flexibilización cuantitativa, si fuese necesario.
Debido a que llegó tras una serie de débiles datos en EE.UU., el reconocimiento ayudó a poner al dólar a la defensiva.
Un aumento superior al esperado en las nóminas no agrícolas de Estados Unidos para abril, publicadas el viernes pasado, ayudó inicialmente a mejorar la percepción sobre el dólar. No obstante, el verdadero impulso llegó el jueves, tras conocerse que las solicitudes iniciales de beneficios por seguro de desempleo en EE.UU. fueron más bajas de lo proyectado por segunda semana consecutiva.
Cifras como estas ayudaron a que la solidez de los datos de las nóminas fuera más creíble.
Steven Englander, titular de estrategia de divisas de Citigroup, lo explicó de la siguiente manera: "esto alivia gran parte de los temores de que el dato de abril fue algo aislado que se revertiría (...) El mensaje que los inversionistas habrían digerido es que la recuperación de Estados Unidos es real y posiblemente persista".
Al mismo tiempo que se publicaron las cifras, el presidente del banco de la Reserva Federal de Filadelfia, Charles Plosser, evaluaba positivamente las perspectivas del empleo en Estados Unidos, y sugería que las compras de activos no eran tan efectivas. En otras palabras, no había razón para proporcionar más QE.
Es esta combinación de compras de dólares, por un lado, y ventas de yenes, por otro, lo que hace que la apreciación sobre 100 yenes por dólar parezca tan sólida.
Y ahora los estrategas, incluido el equipo de Citigroup, esperan que el dólar se fortalezca a 105 yenes.