por admin » Dom May 12, 2013 7:40 pm
La Fed traza un plan para reducir sus cuantiosas compras de bonos
La Reserva Federal de Estados Unidos ha delineado una estrategia para reducir su programa de compras de bonos por US$85.000 millones al mes, con el fin de mantener la flexibilidad y manejar las impredecibles expectativas del mercado.
El banco central planea disminuir la cantidad de bonos que compra de una manera cuidadosa y posiblemente con intermitencias, variando el total según la evolución del empleo y la inflación. La fecha de inicio sigue siendo materia de debate.
La estrategia de la Fed sobre cómo y cuándo empezar a reducir el programa de estímulo es de sumo interés para los mercados financieros. Si bien el plan en consideración le otorga a la Fed una gran flexibilidad, podría no ser el camino claro y estable que los inversionistas esperan basados en experiencias pasadas.
El organismo intenta clarificar su estrategia para que los mercados no sobrerreaccionen ante las próximas medidas. La Fed, por ejemplo, no quiere generar expectativas de que su repliegue de los mercados de renta fija será un proceso ordenado y uniforme como el que tuvo lugar entre 2003 y 2006, cuando elevó las tasas de interés de corto plazo en una serie de incrementos de 0,25 puntos porcentuales durante 17 reuniones de política monetaria consecutivas.
Los mercados de acciones y de bonos se han disparado desde que la Fed anunció en septiembre que incrementaría el programa de compra de bonos; los principales índices bursátiles han estado cerrando a niveles récord en las últimas jornadas. Una retirada abrupta o sorpresiva podría enviar las acciones y los bonos en la dirección opuesta, pero una demora podría conducir a un sobrecalentamiento de los mercados. Asimismo, algunas voces al interior de la Fed sostienen que han terminado otros programas de estímulo antes de tiempo y no quieren repetir el error.
La estrategia de la Fed sobre la forma de reducir el estímulo ha creado incertidumbre en los mercados. En el comunicado divulgado tras la reunión de política de este mes, la entidad señaló que estaba "preparada para aumentar o reducir el ritmo de sus compras" conforme cambiaba el panorama de la economía.
La sugerencia de que la Fed pudiera aumentar la compra de bonos representó un giro que algunos interpretaron como un reconocimiento de que la economía estadounidense podría necesitar más ayuda. Las cifras de empleo en abril fueron débiles y la inflación ha caído por debajo de la meta de 2% de la Fed, lo que le daría un mayor margen de maniobra para nuevas medidas de estímulo.
No obstante, muchos economistas del banco central creen que la recuperación va por buen camino y no les preocupa la caída de la inflación. De hecho, el comunicado más reciente pareció estar dirigido a hacer hincapié en la flexibilidad de la Fed para administrar sus programas.
Charles Plosser, presidente del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, dijo en una entrevista el viernes que el cambio de discurso fue para "recordarles a todos" que el banco central tiene "un dial que puede mover hacia cualquier lado".
El dial también puede hacer una pausa. La Fed podría reducir la magnitud de sus compras y mantenerlas en ese nivel por un tiempo mientras analiza los efectos o podría implementar varias medidas consecutivas si así lo estima conveniente. También podría aumentar las adquisiciones de bonos si considera que la economía se debilita. La estrategia apunta en parte a mantener la flexibilidad en medio de la incertidumbre económica.
El organismo parece haber llegado a un acuerdo sobre la mejor manera de reducir el programa, pero no a partir de cuándo. Richard Fisher, el titular de la Reserva Federal de Dallas, dijo que abogó por empezar de inmediato en la última reunión. Algunos funcionarios consideran que el primer paso se podría dar a mediados de este año, si las cifras muestran que la economía estadounidense está capeando los aumentos de impuestos y recortes del gasto fiscal.
No obstante, la Fed podría esperar más, en especial si la economía pierde vigor, como ha sucedido en los últimos años durante el segundo trimestre y el tercero.
Una encuesta de The Wall Street Journal realizada la semana pasada entre economistas del sector privado mostró que 55% espera que la Fed empiece a disminuir sus compras de bonos en el tercer o cuarto trimestre de este año, mientras que 45% cree que esperará hasta el próximo año o más tarde. Ninguno prevé que el banco central aumente sus adquisiciones.
El programa de compra de bonos tiene como objetivo reducir las tasas de interés a largo plazo e impulsar los mercados financieros para fomentar el crédito, el gasto y el empleo. La cartera de valores de la Fed ha crecido de US$2,58 billones (millones de millones) en septiembre a US$3,04 billones en la actualidad.