por Fenix » Mar Jun 25, 2013 11:54 am
El futuro de la política monetaria de la FED va a seguir dominando la evolución de los mercados financieros a lo largo de los próximos días, señalan los analistas del Deutsche Bank.
"Dado que Bernanke ha supeditado su decisión de acelerar la salida de la política monetaria a los datos económicos, estos datos van a ser a partir de ahora los factores clave a seguir (especialmente las cifras de empleo).
Los últimos datos de mayo muestran una aceleración en el ritmo de creación de empleo, y lo más relevante, un incremento notable de la participación en el mercado de trabajo. Mayor empleo significa mayores salarios, que unido a la rebaja en los precios de la energía, y a la recuperación de la riqueza inmobiliaria, impulsan el consumo de las familias.
Mucha cautela a corto plazo sobre todo ante posibles caídas en los activos más beneficiados por la fase de expansión monetaria de la FED, como los bonos corporativos de menor calidad (High Yield) y los bonos emergentes. La alternativa para los inversores con una alta aversión al riesgo, sería la búsqueda de refugio en activos monetario y en activos de renta fija pública europea de baja duración (para reducir la exposición a la potencial subida de la rentabilidad a largo plazo)
Para inversores con un horizonte de inversión a medio plazo, la alternativa sigue estando en la renta variable. Hay que tener en cuenta que, pese a la volatilidad que ha generado la actuación de la Fed, su política es el reflejo de buenas noticias, a saber, la mejora de la situación económica de este país y, en general, las perspectivas positivas de una vuelta a una fase de expansión económica a nivel mundial."
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La semana pasada el hecho económico que marcó la tendencia de los mercados, fue sin duda las palabras de Bernanke sobre la futura salida moderada de su programa QE para finales de este año. Esto provocó una ola de ventas en el mercado de valores de EE.UU., en gran parte de los asiáticos y en los europeos.
Los inversores temen que una reducción en la compra de bonos por parte de la Fed, impulse sus rentabilidades al alza, y dañe la aún débil recuperación económica en el país, lo que se trasladaría al resto de zonas económicas del mundo. Pero la QE es mucho más que un complejo programa de compra de bonos que imprime dinero para empujar el precio de las acciones, como bien señala el analista financiero Jeff Reeves.
Reeves, editor de Investor Place, destaca algunas incómodas verdades que los inversores deben admitir en materia de la actual política monetaria de EE.UU. y de otros Bancos Centrales:
1. El rally del mercado de valores no es sólo por la QE
Claro que las subidas de las acciones desde los mínimos de marzo han sido debidas en parte por las políticas de los bancos centrales que castigan otras clases de activos y fomentan la inversión a través de las acciones. Pero esa no es toda la historia. Las acciones han estado -y siguen estando-, baratas en relación a sus primas de riesgo, y respecto a ratios como el PER promedio desde 1990, (las comparaciones hasta finales de 1890 son ilógicas). Más aún, la rentabilidad para muchas empresas se está incrementando debido a recorte de costes y avances tecnológicos. Decir que las acciones han subido un 140% desde marzo de 2009 simplemente por Ben Bernanke es una simplificación excesiva.
2. El final de la QE será bueno para las acciones
Las acciones se desplomaron el miércoles y el jueves a pesar que la Reserva Federal no finalizará su programa de estímulo, y no subirá tipos hasta 2015. Eso va en contra de la idea de que la QE es buena para las acciones. El motivo de la ola de ventas, es entonces, que la persistencia de la flexibilización cuantitativa muestra persistentes dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación. En otras palabras, si el banco central no tiene suficiente confianza en el crecimiento como para cambiar su política monetaria hasta 2015, entonces los inversores tampoco deben tenerla. Una vez que la etapa de la QE haya finalizado, los mercados lo celebrarán al alza.
3. La flexibilización cuantitativa no durará para siempre
Contrariamente a lo que algunos piensan, la Reserva Federal nunca tuvo la intención de comprar bonos para siempre. Incluso cuando se lanzó el "QE infinito" como un plan abierto de compra de bonos, estableciendo un objetivo del 6.5% para el desempleo y del 2,5% para la inflación, como señal para dejar la QE. El miércoles nos enteramos que la Reserva Federal espera que el objetivo del 6,5% se alcance en algún momento de 2014. Suena como una estrategia de salida.
4. La hiperinflación no es un riesgo
Volver a la meta de inflación del 2,5% ese es el objetivo de los grandes esfuerzos de la Fed, y no estamos ni siquiera cerca de esa marca. Una gran cantidad de personas muy inteligentes y bien intencionadas ofrecieron advertencias de hiperinflación en los últimos años, pero todas se han demostrado equivocadas. Ahora, al igual que pasaba en 2011, es difícil alarmar sobre la hiperinflación para 2013 o 2014.
5. Los miembros de la Fed no votan al unísono
A pesar de que hay un claro objetivo común de finalizar la QE y realizar políticas coherentes, esto no significa que la Fed hable con una sola voz. De hecho, el pasado miércoles, dos miembros de la Reserva Federal –James Bullard y Esther George- disintieron del mensaje que fue emitido. Otro claro verso libre es el presidente de la Fed de Richmond, Jeff Lacker. Al igual que en el Congreso, la Reserva Federal está compuesta por diferentes personas con diferentes opiniones - y esto es algo bueno porque demuestra que el banco central está pensando críticamente y desafiando a sus propios miembros. Pero demasiado disenso sembraría el caso en la política del banco central, y eso no sería bien recogido por el mercado.
Los esfuerzos de flexibilización cuantitativa de los bancos centrales en esta escala, están en territorio desconocido, por lo que es peligroso pintar con brocha gorda con frases como "la Fed está simplemente imprimiendo dinero." Pensar de manera más racional sobre la naturaleza de QE puede ayudar a los inversores en estos tiempos de incertidumbre, concluye Jeff Reeves. Carlos Montero