por admin » Mar Feb 04, 2014 7:17 am
La lucha de las petroleras para contener los costos
NCOC/Associated Press
Un grupo que incluye a Exxon y Shell gastará US$40.000 millones en este megaproyecto en el Mar Caspio.
Chevron Corp., CVX -0.44% Exxon Mobil Corp. XOM -2.34% y Royal Dutch Shell RDSB.LN -0.48% PLC invirtieron más de US$120.000 millones en 2013 para impulsar su producción de petróleo y gas, una suma similar a lo que costaría hoy enviar un hombre a la Luna.
Pero los tres gigantes petroleros no han cosechado grandes frutos. La producción de petróleo y gas sigue cayendo, a pesar de gastos de capital combinados del orden del medio billón (millón de millones) de dólares en los últimos cinco años.
Uno de los mayores problemas es el alza en los costos de muchos de los nuevos "megaproyectos" que buscan acceder a depósitos de crudo necesarios para reabastecer los yacimientos que se agotan.
El costo de un proyecto para extraer petróleo en el Mar Caspio, por ejemplo, ha aumentado desde los US$10.000 millones originalmente presupuestados a cerca de US$40.000 millones. A su vez, el costo del proyecto conjunto de gas natural que tienen las tres empresas en Australia, llamado Gorgon, se disparó 45% a US$54.000 millones. Shell está gastando al menos US$10.000 millones en una tecnología experimental para montar una planta de gas natural sobre una gran barcaza, para que la empresa pueda explotar un pozo remoto, según personas que trabajaron en el proyecto.
La mano en el bolsillo
Encontrar el siguiente gran yacimiento de crudo siempre ha sido un negocio riesgoso, que ha llevado a las petroleras a explorar debajo del fondo marino y a lugares inestables de África, Asia y Medio Oriente. Ahora, la búsqueda se ha vuelto más difícil y costosa que nunca.
El crudo de fácil acceso se agotó hace tiempo y los campos más prolíficos a menudo son controlados por empresas estatales en países como Arabia Saudita y Venezuela.
Chevron, Exxon y Shell se han tenido que llevar la mano cada vez más adentro de sus bolsillos y han puesto en riesgo sus habitualmente confiables márgenes de ganancias.
Exxon está acumulando más deuda, recurriendo a sus reservas de efectivo y disminuyendo sus recompras de acciones con el fin de ayudar a la empresa de Texas a financiar sus costos de capital. Exxon indicó que tales costos probablemente ascendieron a unos US$41.000 millones el año pasado, un incremento de 51% frente a los US$27.100 millones de 2009.
Mientras se centraban en sus grandes apuestas, los tres gigantes internacionales del petróleo llegaron tarde al auge de la energía de esquisto en Estados Unidos y Canadá, donde las grandes ganancias llenaron las arcas de compañías más pequeñas y ágiles que fueron pioneras en el desarrollo de los métodos para extraer petróleo y gas de rocas densas.
Exxon y Chevron siguen adelante con sus megaproyectos, confiando en que impulsarán la producción en tres años. "Antes de hacer el primer corte con una sierra, volvemos a medir cinco veces en lugar de una", afirma Ken Cohen, vicepresidente de Exxon para asuntos públicos y gubernamentales.
Para 2017, Exxon extraerá un millón de barriles de petróleo al día y el equivalente en gas natural, mostrando la capacidad de la empresa para cumplir con grandes proyectos a tiempo, afirman sus ejecutivos. El jueves, Exxon anunció una caída de 15% en sus ganancias trimestrales, debido a una caída en la producción y menores márgenes de refinación.
La producción de Exxon comenzó a repuntar a fines de 2013 luego de una caída que duró dos años, ayudada por crudo nuevo de un proyecto de arenas petroleras de US$11.000 millones en Canadá. El costo del proyecto aumentó US$2.000 millones desde 2011 debido a trabas regulatorias y retrasos en la obtención de permisos.
En una señal de la creciente presión, el presidente ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, dijo que después de pasar 10 años invirtiendo en megaproyectos para elevar la producción, es hora de concentrarse en reducir costos.
La semana pasada, Shell suspendió sus planes para buscar petróleo en Alaska, una iniciativa en la que ha invertido US$5.000 millones desde 2008, y anunció la venta de su 23% en el proyecto de crudo Parque das Conchas, frente a la costa brasileña, a Qatar Petroleum por US$1.000 millones. Las ganancias de Shell en 2013 alcanzaron US$16.700 millones, un descenso desde los US$27.200 millones de 2012. El gasto de capital neto alcanzó los US$44.300 millones en 2013, un incremento de casi 50% frente a 2012.
Expertos de la industria petrolera afirman que será difícil para los gigantes petroleros reducir sus gastos porque necesitan reabastecer el petróleo y el gas que están bombeando y deben mantener el ritmo de sus rivales en la carrera global de exploración. "Si no gastas, te vas a reducir", afirma Dan Pickering, copresidente de Tudor, Pickering & Holt Co., un banco de inversión de Houston que se especializa en la industria energética. Lamentablemente para los gigantes petroleros, agrega: "No creo que haya ninguna forma para que estos proyectos sean más rentables que su legado de producción".
Chevron ha sido especialmente enérgica, al prometer un aumento de 25% en la producción de petróleo y gas para 2017.
El año pasado, la empresa de California invirtió US$42.000 millones en proyectos de petróleo y gas, más del doble que en 2012, a pesar de que sus ingresos anuales no llegan ni a la mitad de los de Exxon o Shell. Chevron planea gastar otros US$40.000 millones en 2014.
Los proyectos más monumentales de Chevron, desde Australia al Golfo de México, aún no generan ningún flujo de caja, y tal vez no lo hagan hasta el año próximo, lo que ejerce presión sobre las ganancias de la compañía.
El proyecto de gas natural Gorgon es uno de los ejemplos más extremos del aumento de costos que agobia a Chevron, Exxon y Shell.
Las tres compañías se asociaron en 2009 para construir la planta en una isla a unos 65 kilómetros de la costa de Australia, con el objeto de explotar reservas de gas natural estimadas en unos 40 billones de pies cúbicos. Gorgon podría ser productivo durante décadas y abastecer a países hambrientos de energía como Japón, Corea del Sur y China.
Chevron arriesgó más de US$18.000 millones de sus propios recursos en Gorgon, uno de los mayores proyectos de su historia; es dueña de casi la mitad del emprendimiento y lo dirige. Exxon y Shell tienen una participación de 25% cada una.
Ejecutivos de Chevron desestimaron los temores de los analistas sobre los costos del proyecto, que pronto aumentaron.
Los costos laborales crecieron debido a la feroz competencia por mano de obra calificada, conforme otras empresas se comprometieron a gastar más de US$100.000 millones en proyectos similares en Australia, entre otros contratiempos.
Gorgon estaba completado hasta casi la mitad en diciembre de 2012, cuando Chevron estimó que el proyecto costaría US$52.000 millones, 40% por encima de su presupuesto.
El mes pasado, Chevron le agregó otros US$2.000 millones al precio. El proyecto lleva completado 75% del total, según la empresa, que dice que trabaja para mantener los costos a raya.
Gary Fischer, quien encabeza la unidad, afirmó en noviembre que la compañía intensificó su foco en completar megaproyectos a tiempo y que trata de ajustarse al presupuesto. Esos proyectos "son muy frágiles", observó en un reciente evento de la industria, "y no perdonan nada".