por Fenix » Dom Mar 23, 2014 12:01 am
¿Y si los buenos resultados de Warren Buffet fueran básicamente por suerte?
Carlos Montero
Viernes, 21 de Marzo del 2014 - 14:00
Hace ya algunos años, un compañero del banco de inversión donde trabajaba me dijo unas frases que no olvidaré nunca: “Los movimientos en las bolsas son fundamentalmente aleatorios. El que hagas una buena gestión o no depende en gran medida del azar”.
Estas afirmaciones se realizaron en el contexto de una tensa discusión por una serie de malas operaciones que habíamos realizado en los últimos meses. Me sentí muy ofendido por aquella insinuación sobre la aleatoriedad de los mercados, pues de ser cierta, eliminaba cualquier valor añadido a nuestra labor como gestores.
Pregunté a mi compañero cómo explicaba que algunos inversores batieran recurrentemente al mercado año tras año. Si la evolución de los mercados era fruto del azar, esa recurrencia de no debía darse. La contestación fue que la actuación de Warren Buffet se podía explicar perfectamente desde un punto de vista probabilístico. Si analizamos la operativa de 10.000 inversores operando en un mercado aleatorio, existe una alta probabilidad que varios de ellos consigan batir año tras año al índice de referencia, al igual que habrá una elevada probabilidad que otro grupo lo haga peor que el mercado en el mismo periodo. Eso no anulaba el principio de aleatoriedad.
Terminé en aquellos momentos la discusión, y pensé que si mi compañero tenía razón, mis años de estudios, mi experiencia, mi formación en diversos métodos de análisis, no tenían ningún sentido. Tampoco lo tendría todo el mundo financiero en sí, que se basa en la idea por todos aceptadas que existe un grado razonable de predictibilidad en el valor de los activos.
Les cuento todo esto porque recientemente leí un interesante artículo en la CNN Money de Lauren Silva Laughlin, en el que se analiza el componente “suerte” en la gestión profesional. Silva señala que hace un tiempo, Bill Gross, fundador de Pimco, afirmó que “cualquiera puede batir a los mercados 12 años seguidos”. Aquella afirmación iba referida a Bill Miller de Legg Mason, con quien mantenía cierta tensión en esos momentos. Miller había conseguido batir al S&P 500 en 12 ejercicios y a Gross le preguntaron por ese hecho.
Pero dejando a un lado posibles luchas de egos, la afirmación de Gross invita a la reflexión sobre qué grado de importancia tiene la suerte en los buenos o malos resultados de los gestores financieros.
Brad Barber, profesor de finanzas en la Universidad de California, afirma a este respecto, que en esencia, el problema de la evaluación de cualquier gestor individual es desenredar el componente suerte de su labor. Y hay pruebas que indican que este factor tiene más importancia que las habilidades de gestión.
Barber lo explica de esta manera: Si lanzas cuatro veces una moneda, la probabilidad de cuatro caras es 1 entre 16. Si hay 2.000 fondos de inversión con un historial de 4 años, 125 fondos le ganarán al mercado por azar. Después de 10 años, alrededor de 2 de cada 2.000 fondos ganarán a los índices de referencia todos los ejercicios.
Varios estudios apoyan las afirmaciones de Barber. Un análisis estadístico detallado de la Universidad de Chicago en 2010 encontró que pocos gestores tenían la habilidad suficiente para cubrir simplemente sus costes. Un estudio de 2009 de varios profesores financieros, entre los que se encontraba Scott Stewart de la Universidad de Boston, encontró que los inversores institucionales perdieron unos 170.000 millones de dólares de sus clientes entre 1984 y 2007 debido a sus malas decisiones.
Michael Mauboussin, antiguo estratega de Legg Mason y actual jefe de estrategias financieras de Credit Suisse, está de acuerdo con esta hipótesis. Mauboussin ha escrito varios libros tratando de explicar la diferencia entra la habilidad en la gestión y la suerte, en particular en lo que se refiere a los pocos gestores superestrellas. Afirma que si usted no puede perder a propósito, entonces tampoco puede ganar a propósito.
Mauboussin añade sin embargo, que en el “juego de la bolsa” el componente azar existe, pero por si solo no explica el buen (o mal) rendimiento de algunos gestores. La habilidad de algunos inversores es un factor importante en su éxito.
Bien, después de lo dicho por Mauboussin podemos volver a la normalidad de los mercados, y soñar con ser el próximo Warren Buffet si consigo dominar la gestión valor o descubro un indicador técnico infalible. Por lo visto, la bolsa no es del todo aleatoria… ¿o sí?
Lacartadelabolsa