Repunta la rentabilidad de los bonos en EE.UU.
M&G Valores
Jueves, 11 de Setiembre del 2014 - 11:55:00
Fuera ya de la problemática escocesa, desde hace un par de semanas se está produciendo un cierto aumento en la rentabilidad de los bonos norteamericanos que ha arrastrado también a la de otros países desarrollados como Alemania. De momento el movimiento es muy incipiente por lo que no cabe sacar grandes conclusiones, pero merece la pena estar atentos por si estuviéramos ante una nueva tendencia que podría tener repercusiones en todos los activos financieros. Un argumento de este movimiento es que finalmente los mercados empiezan a anticipar el proceso de normalización monetaria que se va a iniciar en EEUU en próximos meses.
En la primavera de 2013 se produjo un primer repunte importante de la rentabilidad de los bonos USA tras anunciar la Fed el final del QE. La TIR a 10 año paso del 1,60% hasta el 3,00% en 4 meses. A partir de septiembre de 2013 el movimiento se detuvo y entramos en una fase de suave caída de las rentabilidades hasta el 2,40% que henos tocado recientemente. Este movimiento puede interpretarse como una pausa en el proceso general de normalización de los tipos de interés en EEUU que ahora podría continuar.
En la medida en que el mercado finalmente asuma que el crecimiento económico se ha consolidado y que en próximos meses la Fed va a subir los tipos de interés, es normal que la rentabilidad de los bonos vuelva a retomar la tendencia alcista que inició en mayo de 2013. Lo que en EEUU ha sido un suave descenso de las rentabilidades, en Europa ha sido una caída a nuevos mínimos históricos por la debilidad del crecimiento y el temor a la deflación. Se observa en el gráfico, sin embargo, que el repunte del Bono USA en los últimos días se ha trasladado al alemán, por lo que un eventual escenario de aumento de rentabilidades en EEUU, con toda probabilidad implicará un movimiento similar aunque de menor intensidad en Europa.
El repunte de las rentabilidades en la primavera-verano de 2013 se tradujo en un movimiento más bien lateral en las bolsas. En la situación actual, dependerá de la intensidad del repunte. En principio esperaría que el movimiento sea más suave que el año pasado por lo que no creo que tenga consecuencias negativas para la bolsa.
Esta puede bajar o subir por otras muchas causas, pero un escenario de suave aumento de las rentabilidades acompañado de una mayor confianza en el crecimiento de la economía no sería un escenario negativo para la bolsa. En el caso de Europa, incluso, cabe entender que un aumento de la TIR de los bonos es un signo de optimismo económico y de menores temores de deflación.
12:35 Cambios de recomendación en EE.UU.
- L BRANDS: Credit Suisse eleva recomendación a sobreponderar
- NETFLIX: SunTrust Robinson inicia cobertura con recomendación de mantener
- CABLEVISION: Canaccord inicia cobertura con recomendación de mantener
- NASDAQ OMX: Deutsche Bank inicia cobertura con recomendación de mantener
- WELLS FARGO: Rafferty Capital Markets eleva recomendación a comprar
- COACH: Atlantic Equities eleva recomendación a sobreponderar desde neutral
- TIME WARNER: Cannacord Genuity inicia cobertura con recomendación de comprar
- COMCAST: Cannacord Genuity inicia cobertura con recomendación de comprar
- TIFFANY&CO: Credit Suisse recorta recomendación a neutral
- C.H.ROBINSON: Barclays inicia cobertura con recomendación neutral
- PVH CORP: Credit Suisse la elimina de su lista de valores favoritos
- MICROSOFT: MKM Partners inicia cobertura con recomendación de compra
La paciencia, la cualidad más valiosa de un inversor
Carlos Montero
Jueves, 11 de Setiembre del 2014 - 12:59:00
Hace unos días un inversor particular me preguntaba cuál creía que a mi juicio era la cualidad más valiosa de un inversor, “¿la templanza, la valentía, el conocimiento, el control emocional…?”, me sugirió entre otros rasgos. Le contesté que aunque creía que todas eran cualidades muy útiles a la hora de acercarse a los mercados, en mi opinión la paciencia era entre todas la que otorgaba una mayor probabilidad de traducirse en beneficios financieros. Les explicaré el motivo con un caso que me sucedió en mi época de gestor profesional.
Hace ya algunos años la cartera de valores que gestionábamos entre tres compañeros y yo obtuvo una importante inyección de liquidez de un gran inversor institucional. En aquellos momentos manteníamos una posición de liquidez elevada y teníamos sobreponderados valores defensivos pues creíamos que los mercados tenderían a corregir en los próximos meses. A pesar que los selectivos se mantenían persistentemente en zona de máximos y la rentabilidad de nuestra cartera era inferior al de los índices de referencia, en ningún momento hubo dudas sobre lo acertada de nuestra estrategia. Pero todo eso cambió de la noche a la mañana.
Como les decía anteriormente, recibimos de una gran corporación empresarial una importante inyección de liquidez que nos encargaron gestionar con absoluta autonomía y sin ninguna pauta operativa a priori. Lo más lógico hubiera sido replicar las posiciones actuales de nuestra cartera en ese nueva aportación monetaria, respetando el porcentaje de liquidez, así como el resto de parámetros de la asignación de activos…pero no lo hicimos.
Desde la primera reunión matinal “post aportación” se notaba en el equipo gestor que algo había cambiado. La intranquilidad era manifiesta. Aunque el equipo de analistas seguía defendiendo que los mercados corregirían en el corto/medio plazo, tanto el director de operaciones como los gestores responsables de esa cartera (yo entre ellos), empezamos a dudar de la estrategia seguida hasta entonces. Aunque la inyección monetaria de esa corporación era elevada, simplemente era una pequeña parte de lo que podría llegar a aportar a nuestra compañía si los resultados eran satisfactorios. Y es ahí donde residía el mayor problema.
En ese momento la rentabilidad de nuestra cartera, aun siendo positiva, no batía a los índices generales, por lo que todos estábamos de acuerdo en que no podíamos estar satisfechos con nuestra labor hasta ahora. Bueno, para ser totalmente sinceros, todos estaban de acuerdo menos yo, que defendía que si nuestros análisis eran ciertos y las bolsas terminaban bajando, ese pequeño diferencial con los mercados sería corregido y superado en los próximos meses. Simplemente teníamos que darnos algo más de tiempo y no impacientarnos porque el mercado siguiera en zona de máximos. Había suficientes indicadores que sugerían una creciente debilidad subyacente como para seguir confiando en nuestro escenario anterior.
Pero el tiempo no era lo que sobraba en esos momentos. Debíamos tener resultados positivos en los siguientes trimestres para acceder así a la totalidad de la inversión prevista.
El resultado final de esas discusiones fue que de la noche a la mañana cambiamos completamente nuestra estrategia operativa, no solo con la nueva aportación, sino con el resto de la cartera. Aumentamos de forma relevante nuestra exposición a bolsa, disminuimos la liquidez, rotamos parte de nuestras posiciones en sectores defensivos a otros de mayor crecimiento e incertidumbre. En suma, aumentamos considerablemente el riesgo implícito de nuestra cartera.
Los primeros meses fueron bien. La bolsa seguía subiendo y recuperamos parte del gap con los índices de referencia. Felicitaciones compartidas y algún otro suspiro de alivio en la sala. Pero yo me sentía incómodo. Por un lado porque había accedido a cambiar la estrategia de inversión en contra de todos los análisis anteriores y de los que estábamos “tan convencidos”, y por otra porque seguía creyendo firmemente que las bolsas terminarían cayendo. Y así sucedió.
Los mercados de valores donde estábamos posicionados corrigieron de media en los siguientes meses sobre el 12%. La rentabilidad de nuestra cartera cayó aún más. La fuerte aportación institucional de la que les hablaba sufrió pérdidas mayores pues se compró casi en zona de máximos y con un alto perfil de riesgo. Evidentemente perdimos el cliente institucional, y se cortó la progresión en la empresa del director de operaciones.
Todos lamentamos aquel cambio de estrategia, quizás uno de los errores más graves de mi carrera, y aprendimos que si nada hace cambiar nuestro escenario operativo, tenemos que tener la suficiente paciencia para dar tiempo a que el mercado evolucione en el sentido previsto.
La paciencia a la hora de operar, tanto para esperar a encontrar buenos precios de compra, como para dejar que las ganancias corran hacia nuestros precios objetivos, es, según mi opinión, una de las cualidades más rentables en los mercados.
Lacartadelabolsa