El pronunciado aumento del precio del plomo genera interrogantes en los mercados
Una fase de producción de plomo en la mina Cerro de Pasco en Perú. Vera A. Lentz/Bloomberg News
HONG KONG—El plomo ya no es el peso muerto entre los metales.
Desde que tocó un mínimo de cinco años el 18 de marzo, su precio ha subido más de 20%, el incremento más pronunciado entre los principales metales que cotizan en el mercado.
Detrás del alza están la demanda de la industria automotriz, minas agotadas y un brote de especulación.
El consumo de plomo aumentará de alrededor de 11,6 millones el año pasado a 12 millones de toneladas este año, pronostica Farid Ahmed, analista principal de mercados de plomo de Wood Mackenzie. El especialista indica que el exceso de demanda sobre la oferta, estimado en unas 50.000 toneladas el año pasado, podría aumentar este año y el próximo.
Usado principalmente en baterías de autos, el plomo se ha beneficiado de una sólida demanda de vehículos, en particular en China, el mayor mercado automotor del mundo. Se prevé que las ventas de autos en ese país aumenten 7% en 2015 a 25 millones de unidades, dice Neil Wang, director gerente del grupo de investigación Frost & Sullivan Greater China. Las baterías de autos representan alrededor de 85% de la demanda global de plomo.
“La sólida demanda del sector automotor es positiva, pero el suministro de las minas también tiene problemas”, señala Caroline Bain, economista sénior de Capital Economics Ltd. Varias minas de gran tamaño están llegando al punto de agotamiento, incluidas minas en Australia, Irlanda y Polonia.
No obstante, lo que podría estar impulsando los precios en las últimas semanas, sostienen corredores y analistas, es el corretaje especulativo, una seguidilla de cancelaciones de warrants sobre inventarios de plomo en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés). Un warrant es un documento de posesión de metal almacenado en un depósito aprobado por esta bolsa, que tiene una red de instalaciones en todo el mundo para respaldar el mecanismo de entregas físicas.
Cuando los corredores cancelan warrants, pueden sacar de esos depósitos existencias de plomo para entregas, lo que reduce la cantidad disponible para transar, lo cual puede causar un aumento de los precios. Y ha habido una salida inusualmente grande desde esos depósitos.
Los warrants cancelados ascendieron de 11.000 toneladas de plomo a 109.000 toneladas en una noche el 20 de marzo, indica Ahmed, de Wood Mackenzie, un movimiento inusualmente pronunciado. Desde entonces, agrega, el metal ha fluido de forma constante de los depósitos de la LME al cancelarse warrants, y los inventarios globales cayeron a menos de 219.000 toneladas —el plomo de warrants cancelados representa 95.000 toneladas de ese total—, desde 232.000 toneladas antes del 5 de abril.
Ahmed dice que aunque no se sabe quién está detrás de los warrants cancelados, hay fuertes sospechas de que se debe a un participante del mercado, que podría estar buscando usar las existencias de plomo como colateral para préstamos bancarios con el fin de invertir en activos de mayores retornos. Alternativamente, el corredor o corredores podrían estar planeando trasladar el plomo a un depósito que cobre menores tarifas de almacenamiento, para esperar a que los precios suban más, señalan observadores del mercado.
“El balance de la opinión es que fue obra de un corredor asiático que busca hacer entregas físicas a depósitos coreanos, y que el material no era para consumo, sino que formaba parte de un acuerdo de almacenamiento”, explica Ahmed.
Si bien hasta ahora sólo parte del metal de los warrants cancelados ha sido retirada de los depósitos de la LME, los corredores temen que pueda producirse una escasez cuando el metal sea entregado.
“Parece probable que la mayor parte del metal sea trasladada a depósitos más baratos fuera del mercado o que sea usado en acuerdos de financiación”, afirma Bain de Capital Economics. “(Los warrants cancelados) también podrían haber sido diseñadas para crear el tipo de escasez que elevaría los precios, que venían cayendo desde hacía un tiempo”.
Daniel Briesemann, analista de Commerzbank, CBK.XE +0.94% también señala el zinc como un factor en el alza del precio del plomo. Los precios de ambos metales suelen moverse en tándem porque en general son extraídos de las mismas minas.
“El plomo estaba considerablemente más débil que el zinc”, sostiene. “Había potencial de emparejamiento”.