por Fenix » Mié May 04, 2016 8:04 pm
Asia sigue siendo el motor del crecimiento mundial
Afirma el Fondo Monetario Internacional
Martes, 3 de Mayo del 2016 - 8:05:36
El FMI ha publicado su informe regional en el que se indica que Asia sigue siendo el motor del crecimiento mundial. Añade:
- La economía de la región crecerá sobre el 5,3% a pesar de la ralentización.
- La demanda doméstica permanece fuerte en casi toda la región conducida por el bajo desempleo, el crecimiento en los ingresos, bajos precios de las materias primsa y estímulos macroeconómicos.
- La ralentización y el riesgo en China dominan sus perspectivas.
- Se prevé que el crecimiento en China se modere al 6,5% este año desde el 6,2% en 2017.
- El crecimiento en Japón se espera del 0,5% en 2016 y una caída del -0,1% en 2017.
- India se ha beneficiado de los más bajos precios del petróleo y presenta el mayor crecimiento en el mundo. El PIB se espera que crezca un 7,5% este año y el próximo.
Oro y Eurodólar: excelentes señales alcistas
por Bolsa y Ciclos •Hace 1 día
A modo de plano secuencia, muestro cómo mis herramientas de análisis han monitorizado la reciente evolución del ciclo de 40 días del futuro del oro y el Eurodólar. Los dos activos habían percutido contra los objetivos de caída, y el cumplimiento de los suelos teóricos (STs) favoreció la rotura al alza de las respecivas líneas horizontales. Ambas señales alcistas están resultando muy rentables.
Las Bolsas asiáticas suben tras recorte de tipos del RBA
Martes, 3 de Mayo del 2016 - 08:11
BoA Merrill Lynch espera que los tipos en EE.UU. suban al 0,75% en 12 meses
Martes, 3 de Mayo del 2016 - 08:20
Las duraderas secuelas de la crisis
por Laissez Faire •Hace 1 día
¿Por qué las economías occidentales están experimentando un crecimiento tan moderado tras el pinchazo de la burbuja financiera de 2008? Según algunos economistas, el estancamiento secular se debe a la insuficiencia de demanda: Occidente sólo es capaz de crecer cuando sus ciudadanos se sobreendeudan para exprimir al máximo sus posibilidades de consumo. De ahí que la extrema laxitud monetaria de los bancos centrales sea imprescindible: a mayores facilidades financieras, más burbujas de activos (las cuales generan una mayor sensación de riqueza que incentiva el consumo) y más gasto a crédito.
En cierto modo, esta visión de la economía es la conclusión natural del keynesianismo: es la demanda, no la oferta, lo que mueve nuestras economías y, por ello, necesitamos incentivar los desembolsos privados por cualquier vía disponible y con independencia de sus repercusiones sobre nuestros aparatos productivos.
Frente a esta visión esencialmente keynesiana, se ha interpuesto tradicionalmente otra visión que conecta con la Escuela Clásica y con la Escuela Austriaca: no es la demanda, sino la oferta, lo que realmente mueve nuestras economías. Cuanto más equilibradamente crezca la productividad de las distintas ramas industriales, más rentas se generarán sosteniblemente en ellas y mayores posibilidades habrá de incrementar el gasto en bienes finales que de verdad sean útiles para los consumidores. Dicho de otro modo: no se trata de empujar a los consumidores a adquirir cualquier cosa para que así se produzca cualquier cosa, sino de facilitar que éstos creen nuevo valor produciendo bienes que sean útiles y que, justo por ello, puedan ser ulteriormente intercambiados por otros bienes.
Desde esta perspectiva, las políticas crediticias laxas no contribuyen al crecimiento, sino a descoordinar a los agentes económicos. A saber, que durante la burbuja inmobiliaria se alimentara artificialmente la demanda de viviendas no contribuyó a crear riqueza dentro de España, sino a dilapidarla malinvirtiendo en fabricar ciertos bienes —el ladrillo— cuya demanda final dependía de un ciclo de sobreendeudamiento insostenible.
Ahora bien, los dramáticos efectos de la burbuja inmobiliaria y financiera no se limitan a los errores de inversión cometidos durante el boom, sino que persisten mucho tiempo después de que la burbuja haya pinchado. Ése es, al menos, el hallazgo que han efectuado diversos investigadores dirigidos por Claudio Borio, jefe del Departamento Económico y Monetario del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, en un reciente paper titulado “Labour reallocation and productivity dynamics: financial causes, real consequences”.
Lo que sostiene Borio es que el estancamiento que estamos viviendo con posterioridad a la Gran Recesión no se debe a la insuficiencia de demanda agregada, sino a las persistentes secuelas de las malas inversiones previas. Bajo ciertos contextos, la productividad puede tardar en regresar a sus niveles pre-crisis hasta ocho años como consecuencia de la necesidad de recolocar a los trabajadores y el capital desde sectores burbujísticos que deben morir a sectores no burbujísticos que deben nacer. Precisamente, demandamos menos porque una parte de nuestras economías está muerta y no ofrece oportunidades para ocupar a una parte muy significativa de la población.
Es decir, la forma de superar las crisis y de sanar las secuelas de las malas inversiones previas no es frenar los reajustes productivos tratando de cebar falseadamente la demanda con nuevos estímulos fiscales y monetarios, sino flexibilizando los mercados y fomentando el ahorro para abaratar la transición desde la post-burbuja decadente a la recapitalización productiva. Justamente, desde 2009, casi todos los países occidentales han apostado por acicatear la demanda sin fomentar una auténtica recomposición de la oferta: y ello sólo nos ha llevado a fracasar. Sin un profundo desapalancamiento familiar y empresarial, sin la emergencia de nuevas oportunidades de negocio en un mercado zombificado y sin la recolocación de los factores productivos desempleados a ocupaciones sostenibles en el tiempo, las expansiones monetarias son impotentes incluso para relanzar un nuevo ciclo de sobreendeudamiento; no digamos ya para crecer sostenidamente.
En definitiva, el problema de las burbujas financieras no es que pinchen: es que distorsionan la economía de tal manera que inevitablemente terminan pinchando y, al hacerlo, no sólo ponen de manifiesto todos los errores de inversión previos, sino que vuelven imprescindible un profundo y largo reajuste que, mientras no se complete, sume en un mediocre estancamiento a nuestras economías. La receta no pasa por más gasto y más deuda, sino por más libertad y más ahorro.
Cómo aplicar y utilizar correctamente las medias móviles (III)
por Ismael de la Cruz •Hace 1 día
Extracto de mi libro Instituciones de Análisis Técnico. Continuamos estudiando las medias móviles y cómo trabajar correctamente con ellas.
Continuamos viendo el resto de tipos de medias móviles:
Media triangular
La media móvil triangular suele utilizarse para suavizar las fluctuaciones del mercado. De esta manera, se construye en base a una doble media móvil simple que suaviza las fluctuaciones de los precios.
En realidad, se trata de una media con cierto retraso que siempre va por detrás del precio, otorgando la mayoría del peso a la parte media de los datos.
Esta media móvil triangular es muy similar a la media móvil exponencial y ponderada, pero en aquellas se les asigna mayor peso a los últimos datos, en la media simple se asigna igual importancia a todos los datos. Sin embargo, en la media móvil triangular el mayor peso se asigna a los datos centrales de la distribución.
Por tanto, con la media móvil triangular se le da mayor peso a la cotización central del periodo de tiempo escogido y va disminuyendo simétricamente la ponderación hacia los extremos del periodo.
Principalmente, este tipo de ponderación se lleva a cabo con medias de periodos reducidos, entre 5 y 25 días, entre otras razones para que las desviaciones de los extremos no vayan a provocar un mayor retraso del que ya de por sí es inherente a este tipo de media móvil.
Media Hull
La media móvil de Hull (nombre que se le debe su creador Alan Hull), presenta una peculiaridad bastante interesante, concretamente que es una media rápida y suave, con lo que permite que sea más estable a la variación de los precios que el resto de medias móviles, y de esta manera adaptarse rápidamente a los cambios de tendencia.
Se podría decir que la media de Hull intenta compensar el efecto de retraso que tienen las medias móviles tradicionales.
Generalmente esta media irá pegada al precio, adaptándose de manera más rápida a un giro o cambio de tendencia.
Dada sus características, es más apta para los analistas técnicos que trabajen sobre todo en el corto plazo.
Por tanto, la principal característica de ésta media es que trata de eliminar el retraso intrínseco propio de las medias móviles.
Imaginemos que tenemos una serie de 10 números, del 0 al 9; si tomamos un promedio simple de 10 periodos sobre la serie, el resultado es 4,5, el cual se encuentra bastante alejado del ultimo valor que es 9 , pero si aplicamos un promedio simple de periodo 5, sobre los últimos 5 valores, entonces el valor resultante es 7.
La clave es que si restamos 7-4,5= 2.5 ; si lo sumamos al valor de 7 nos queda 7+2.5=9.5; el cual está ligeramente por encima de 9 que es el último valor de la serie, pero mucho más cercano que el valor del promedio igual a 7 encontrado anteriormente.
Esto nos indica que la media móvil de Hull se adapta rápidamente a las variaciones en los precios permitiendo a la vez la estabilidad del mismo eliminando los efectos de los cambios bruscos.
En el siguiente gráfico (cortesía de Visual Chart), pueden ver la comparativa entre la media móvil de Hull, la media móvil simple y la media móvil exponencial, siendo claramente la media de Hull la que siempre va pegada al precio y vigilándolo muy de cerca.
Imagen
Otras
Existen otros tipos de medias móviles, aunque menos utilizadas por los analistas. Veamos brevemente cuáles son:
– Media móvil ajustada al volumen: estas medias móviles tienen en cuenta la evolución del precio y el volumen negociado, de forma que se le otorga mayor importancia y peso a los precios en los que se ha producido una mayor negociación.
– Medias móviles variables: en realidad se trata de medias móviles exponenciales que se encuentran ajustadas a la volatilidad de los precios.
Por tanto, es igual que una media móvil exponencial excepto que en la primera los valores de la media se ajustan automáticamente y constantemente dependiendo de la volatilidad de los datos tomados en la distribución. Así pues, cuanto mayor sea la volatilidad de la serie, mayor será el peso que se les dará a los datos más recientes.
– Medias móviles de series temporales: se trata de medias móviles que para ser calculadas se ha de acudir al tema de regresión lineal.