por Fenix » Vie Jul 01, 2016 6:20 pm
Los daños colaterales que implica una depreciación del yuan
por
Ismael de la Cruz
•Hace 12 horas
La depreciación del yuan puede suponer una serie de consecuencias que son importantes conocer para que llegado el caso no coja desprevenido a ningún inversor. Vamos a abordar este asunto en el presente artículo, aprovechando algunas cosas que ya escribí también en el blog en su momento.
The Wall Street Journal reflejó muy bien la situación en su momento: “Para los mercados emergentes, la aparente determinación de la Fed de ajustar la política monetaria trae recuerdos desagradables. En 1981-1982, 1994 y 1997-1998, alzas de las tasas de interés en EE.UU o el temor a ellas golpearon a los países y las empresas que se endeudaron en dólares, lo que precipitó la crisis.
Al comienzo de 1997, muchas divisas de mercados emergentes estaban vinculadas al dólar. Esos tipos de cambio fijos habían estabilizado la inflación y dado certeza a los inversores y a los exportadores. No obstante, también alentaron a los gobiernos, los bancos y las empresas a contraer grandes deudas en dólares, que era más barato que tomar préstamos en moneda local y a los extranjeros a prestar en moneda local. Los crecientes déficits comerciales, no obstante, hicieron que esas tasas de cambio fijas fueran insostenibles. Para contrarrestar las presiones bajistas, los bancos centrales gastaron sus escasas reservas internacionales en compras de divisas locales. Con el tiempo, sin embargo, se vieron obligados a devaluar, empezando por Tailandia y más tarde Filipinas, Malasia, Corea del Sur, Indonesia, Rusia y Brasil”.
¿Y qué sucede con España? Pues más bien poco, porque exportamos muy poquito a China (apenas 4.000 millones de euros, lo que representa el 1,75% de nuestras exportaciones), nuestro grueso de exportaciones se dirigen a la Unión Europea, nada más y nada menos que un 64-65%.
Dentro de la UE, Alemania y Francia tienen una mayor exposición que nosotros a China, pero tampoco debiera de ser un gran problema para la zona euro, ya que Europa tampoco tiene una cuota de exportación demasiado elevada, y no olvidemos que el BCE sigue estando detrás
En agosto del pasado año les comenté que el Banco de China podría seguir depreciando en los próximos meses el yuan para estimular su sector exportador, y podríamos estar hablando aún de un 10% más. Y este escenario fue el que se originó. El dólar americano acusó todo ello entre otras razones porque varios bancos chinos vendiendo dólares para mantener estable la cotización del yuan.
Y es que la devaluación del yuan en agosto del 2015 provocó una fuerte salida de capital con los inversores buscaron refugio en el extranjero. De momento,ha retrocedido a nuevos mínimos tras la victoria del Brexit.
¿Pero qué consecuencias supone un yuan depreciándose? Para empezar, las empresas europeas con fuerte exposición en China se verían afectadas, ya que la capacidad de compra de bienes extranjeros sería inferior para el gigante asiático. Además, también puede influir en la política de la Fed y del BCE. De la Fed porque podría retrasarse el alza de tipos de interés por la presión bajista en la inflación de unas importaciones más baratas. Por su parte, el BCE podría prolongar por esta misma razón el plan de compras de deuda.
Seguramente, el banco central de China esté dispuesto a permitir que el yuan caiga a 6,8 contra el dólar este año para apoyar a la economía.
¿Por qué bajo ayer S&P el rating de la Unión Europea?
Viernes, 1 de Julio del 2016 - 09:52
Estos son sus argumentos:
- Disminución de la flexibilidad fiscal tras el Brexit.
- Debilitamiento de la cohesión política.
- Complicaciones en las negociaciones del marco presupuestario y financiero de 2021/27
Brexit, ¿qué va a pasar en las próximas semanas?
por
Observatorio del Inversor de Andbank
•Hace 12 horas
La UE necesita hacer algo. La inacción no es hoy una opción viable para la UE. ¿Por qué?
1) Los movimientos euroescépticos están ganando momentum. Quién piense que el Brexit ha servido para enfriar el ardor de estos movimientos -que trabajan para fracturar el proyecto europeo-, se equivoca.
2) Poner a la UE “en espera” para no agravar más los movimientos euroescépticos sería no contrarrestar la manifestación más clara de los mismos. El Brexit.
Ciertamente, existe aún un elevado grado de descontento sobre aspectos comunitarios como la imposición de la austeridad desde países centrales, la inmigración, etc. Pero también hay formas de responder a este descontento. Y lo más importante, lejos de lo que la gente piensa, estas vías no tienen porqué ser costosas. De entre el abanico de posibles medidas con las que la UE puede moverse hacia adelante destacaría: 1) Una política común de seguridad (prácticamente con coste cero). 2) Sin duda, un avance hacia la unión fiscal representaría un paso de gigante. El problema es que esta unión fiscal lleva implícita la transferencia directa entre estados miembros y, ciertamente, no veo a la oposición germana aceptando esos términos.
Pero, ¿Qué me dicen de una unión fiscal “a escondidas”? Al fin y al cabo, hablamos de transferencias y más dinero disponible para los países “cabreados”. Pues sepan ustedes que eso puede conseguirse sin transferencias. Basta con un approach algo más flexible de los objetivos de déficit (es decir, más gasto permitido). ¿Quién lo financia? Pues el mismo que lo está haciendo hasta ahora. El BCE. Ya, pero el programa de compra de activos del BCE tiene un límite de compra por país correspondiente a su contribución al capital. Bueno. ¿Acaso alguien les ha dicho que esto iba a ser fácil?
Basta con alterar temporalmente ese límite.
Miren. No es que esta propuesta me interese. Como economista que cree en el principio de la libertad humana, antes que en el de la igualdad, o en el concepto del ahorro que financia inversión, antes que en el concepto de deuda para pagar deuda, le digo que no. Que las propuestas que les menciono no me gustan. Sin embargo ustedes no me pagan para que les diga lo que me gusta o no me gusta. Sino para que les diga lo que creo que va a pasar. Y lo que veo es que existen riesgos suficientemente importantes como para que la UE se vea obligada a actuar en el corto plazo. Por ejemplo. En octubre hay un referéndum en Italia sobre la reforma constitucional. Esta reforma es del todo necesaria, pues hace falta racionalizar los procesos legislativos en este país). Bien, este referéndum puede convertirse en una moción de confianza a Renzi (quien ya ha anunciado que dimitirá si lo pierde). Si los italianos votan NO, eso cimentaría el bloqueo político en el país y sería una bofetada para el proceso de racionalización y reformas en el sur de Europa. En definitiva, una bofetada a la UE. Y no sé hasta qué punto esoperjudicaría al proyecto común.
Y como veo lo que veo (riesgos), creo que la UE actuará ahora para neutralizar en la medida de lo posible esos riesgos. ¿Cómo? Ya se lo he dicho. 1) Creo que dará pasos en política común de seguridad. 2) Tolerará una relajación de la austeridad, con cierta expansión temporal de los objetivos de déficit; en lo que vendría a ser una unión fiscal “por debajo de la mesa”, y 3) con un BCE que va a financiar ese gasto adicional con un aumento o extensión temporal de su programa de compra de activos.
Esto es lo que creo que va a pasar en el corto plazo. Un movimiento hacia adelante (aunque por debajo de la mesa) de la UE. Un colega me hizo una analogía acuática muy interesante. A diferencia del resto de peces, los tiburones no tienen vejiga natatoria que les permita controlar su flotabilidad sin la necesidad de un esfuerzo muscular. En otras palabras. Los tiburones deben moverse hacia adelante para no hundirse. En mi modesta opinión, la UE debe ahora moverse para no hundirse. Y eso es lo que creo que hará. Y en la forma que les he comentado. De ser así, eso debiera tranquilizarles un poco.