por Fenix » Lun Ago 08, 2016 7:59 pm
El gráfico semanal: los delicados equilibrios del dólar
por
Renta 4
•Hace 17 horas
El petróleo, al que dedicábamos nuestra sección la semana pasada, ha terminado la semana en 41,8 dólares barril, en su modalidad WTI, dentro de un ambiente general de renovado apetito por el riesgo, pero el inicio de la semana nos dio la oportunidad de comprarlo por debajo de 40 dólares, nivel en el que sugeríamos empezar a tomar posiciones.
Ese apetito por el riesgo tuvo su catalizador en el buen informe de creación de empleo americano en julio, que se publicó el pasado viernes. Y uno de los efectos de esa buena noticia fue el inmediato repunte del dólar, tal y como se ve en el gráfico que adjuntamos.
En el gráfico se puede apreciar la fulminante subida del dólar respecto al euro, a niveles de 1,108, nada más publicarse la noticia el pasado viernes. La razón aparente es que los mercados piensan que la fortaleza del mercado laboral obligará a la Fed a subir los tipos de interés mientras el BCE y el Banco de Japón siguen con sus políticas ultra expansivas.
La pregunta es ¿va a seguir subiendo el dólar?
La respuesta no es fácil. Por un lado, pensaríamos que sí, y que a medio plazo veremos la paridad respecto al euro, ya que el ciclo económico americano va claramente adelantado respecto al europeo, y el diferencial de tipos de interés que ya existe se irá ampliando. Pero, por otro lado, a la economía y a las empresas norteamericanas no les viene bien un dólar fuerte, y tratarán de evitarlo.
El dólar lleva ya tiempo en un rango entre 1,05 y 1,15 respecto al euro, y de momento ese es el rango en el que pensamos que seguirá oscilando, por lo menos hasta las elecciones presidenciales de noviembre. Antes de esa fecha vemos difícil que la Fed suba los tipos, pase lo que pase en la economía. Tampoco, por otro lado, parece que la fortaleza del mercado laboral se esté reflejando en el crecimiento económico o en la inflación, y eso permite a la Fed no mover ficha.
El rango 1,05/1,15 nos parece el más probable para los próximos meses.
GRÁFICO DE LOS FUTUROS DEL EURO/DOLAR LA SEMANA PASADA
¿Por qué la nueva amenaza de Europa será Italia?
por
Ismael de la Cruz
•Hace 16 horas
Octubre es un mes interesante. Se presenta con las elecciones presidenciales de austria, con el referéndum de Hungría contra las cuotas de Bruselas y pudiera ser también (porque aún no se sabe a ciencia cierta si será a finales de octubre o principios de noviembre) el referéndum en Italia sobre el proyecto de reforma constitucional. Sin olvidar que las elecciones presidenciales de Estados Unidos estarán a la vuelta de la esquina y que en España podríamos tener ya Gobierno (presumiblemente débil y en minoría) o bien estar a las puertas de las terceras elecciones.
Pero centrémonos hoy en el tema de Italia. En efecto, Renzi podría someter su proyecto de reforma constitucional a referéndum y si perdiese no se descartaría su dimisión, añadiendo mayor carga de incertidumbre al delicado escenario político del país transalpino.
Concretamente, el referéndum sería para aprobar la nueva ley de reforma constitucional que fue vista favorablemente el pasado mes de abril por la Cámara de los Diputados con una mayoría aplastante. Este proyecto que presentó el Partido Democrático (PD) implicaría la primera reforma de la Constitución desde el año 1947.
Pero teniendo en cuenta la actual coyuntura política y económica, no sería de extrañar que los comicios generales previstos para el 2018 se tuviesen que adelantar al 2017 y es ahí donde entraría en juego Beppe Grillo con el partido Movimiento 5 Estrellas, porque en caso de obtener un buen resultado o incluso ganar (que nada sería descartable, por supuesto), tendríamos la segunda parte del Brexit, puesto que este señor defiende celebrar un referéndum para ver si Italia sigue en la Unión Europea o se va de ella.
La irresponsabilidad de determinados políticos a veces alcanza cotas de incompetencia, por no decir algo mucho más fuerte. El populismo debería de ser plenamente consciente de las consecuencias que se derivarían de determinados actos o decisiones, como sería este el caso. Sí, es cierto que en Reino Unido no fue el populismo, el regidor del Gobierno no pertenece a esta “rama político-social”, en su caso es más penoso aún, su decisión se debió a cuestiones internas de lucha que rayaban el aspecto personal.
Pero no nos desviemos de Italia. Como les decía, si gobernase el populismo con Grillo y su formación política, deciden celebrar el referéndum y finalmente gana el Sí, las consecuencias para Italia no tendrían nada que ver con las de Reino Unido, pero absolutamente nada. Pero no seré yo precisamente el que vaya a crear alarmismo.
Un sólo apunte a tener en cuenta: la cuestión de la banca italiana, motivo por el que se sigue presionando al Gobierno para que rescate a sus bancos. La cuantía del rescate se estimada en unos 40.000 millones de euros (un 2% de su PIB actual). Y es que recordemos que las entidades italianas han perdido hasta un 75% de su valor en lo que va de año. De todas maneras, es importante tener claro que un rescate no es suficiente y será necesaria una ronda de consolidación en el sector que llevará a fusiones.
14:49 Wal-Mart adquiere Jet.com por 3.000 millones de dólares
Espera que el acuerdo se cierre este año. Jet mantendrá su propia marca.
Amigos chilenos: ¡No copien a España!
por
Laissez Faire
•Hace 16 horas
El modelo de pensiones chileno, basado en un sistema de capitalización, vuelve a ser objeto de una feroz crítica por parte de sus detractores. Tras 35 años en vigor, son muchos los que denuncian su absoluto fracaso y abogan por sustituirlo por un sistema de reparto como el vigente en la mayor parte de Europa: no en vano, la pensión media de jubilación en el país andino apenas asciende a 282 euros mensuales(3.384 euros anuales); una minucia, dicen, en comparación con lo que podría cobrarse de contar con un sistema de reparto. Y es que, en efecto, a pesar de que la renta per cápita española sólo duplica la chilena, nuestras pensiones medias cuasi las cuadruplican (12.360 euros anuales). Normal, pues, que muchos chilenos miren a Europa, y en particular a España, con envidia.
Pero no deberían. La “generosidad” del sistema público de pensiones español es un mero espejismo: un espejismo que va camino de desmoronarse en unas pensiones comparativamente mucho menores a las del país andino. Las trampas de este espejismo son dos y es muy conveniente que todos los chilenos las conozcan para no dejarse engañar: por un lado, la insostenible tasa de reemplazo; por otro, las altísimas cotizaciones sociales.
Insostenible tasa de reemplazo
La tasa de reemplazo es el porcentaje de los ingresos laborales medios que percibe un jubilado en forma de pensión. Por ejemplo, si actualmente el salario medio a lo largo de la vida laboral es de 15.000 euros anuales y la pensión media es de 7.500 euros anuales, la tasa de reemplazo es del 50%.
España es el segundo país de la OCDE con una mayor tasa de reemplazo en sus pensiones públicas: éstas representan actualmente alrededor del 75% del salario medio que cobra un español a lo largo de su vida laboral. La media de la OCDE es casi la mitad, del 40,6%, dado que en la mayoría de países una parte muy importante de la pensión total (alrededor de un tercio) se cubre con sistemas de capitalización obligatorios o voluntarios (como el chileno).
Imagen
Fuente: OCDE
En Chile, en cambio, la tasa de reemplazo del sistema privado se queda en el 37,2% del salario medio: prácticamente la mitad que en España. Normal, pues, que las pensiones sean tan bajas: Chile tiene aproximadamente la mitad de la renta per cápita española y la mitad de su tasa de reemplazo: aproximadamente, pues, sus pensiones son la cuarta parte de las nuestras.
Sucede, sin embargo, que la elevada tasa de reemplazo española es absolutamente insostenible: actualmente, España cuenta con casi dos trabajadores por pensionista; a partir de 2050, únicamente tendremos un trabajador por cada pensionista, de modo que habrá que recortar sustancialmente esa elevada tasa de reemplazado. El propio gobierno de España, en sus previsiones remitidas a la Unión Europea, estima que en el año 2060 la tasa de reemplazo caerá por debajo del 50%.
En cambio, la tasa de reemplazo chilena, según estimaciones del propio gobierno, se mantendrá esencialmente estable a largo plazo: es verdad que durante los próximos 15 años se reducirá en varios puntos —por el mero efecto estadístico de que quienes se jubilan ahora cotizaron con los muy bajos salarios de hace 30 años—, pero a partir de 2030 la tasa de reemplazo recupera sus niveles presentes (a diferencia de lo que sucede en España, condenada a reducirse hasta caer por debajo del 50%).
En suma, si en España contáramos hoy con la tasa de reemplazo que sufriremos a largo plazo, la pensión media sería de 7.660 euros: poco más del doble de la chilena(coherente con el hecho de que nuestra renta per cápita es prácticamente el doble). Las diferencias, pues, empiezan a estrecharse.
Altísimas cotizaciones sociales
Sin embargo, el factor que verdaderamente vuelve muy tramposas las comparaciones entre las pensiones chilenas y españolas son las muy dispares cotizaciones sociales. En España, las cotizaciones sociales por contingencias comunes (las que van a financiar las pensiones públicas) ascienden al 28,3% del salario bruto del trabajador; en cambio, la cotización obligatoria por ahorro previsional en Chile apenas es del 10%.
Recordemos: la tasa de reemplazo del sistema público español es hoy casi el dobleque la privada chilena (73,9% en España frente a 37,2% en Chile) pero nuestra cotización social es prácticamente el triple. Esto es, los españoles pagamos tres veces más que los chilenos para recibir sólo dos veces más. ¿Dónde está la eficiencia del maravilloso sistema público de pensiones español? En ninguna parte. Si un chileno hubiese ahorrado lo mismo que un español a lo largo de su vida laboral (el 28,3% de su salario), hoy disfrutaría de una tasa de reemplazo del 105%: un 42% superior a la española.
Y, como ya hemos visto, el futuro todavía será peor para el sistema público español: a partir del 2050, los trabajadores españoles entregarán casi el 30% de su salario a la Seguridad Social para que los pensionistas apenas reciban una renta equivalente al 48% del salario medio de la vida laboral: en cambio, en Chile los trabajadores accederán a una pensión equivalente al 35-40% de su salario medio… apenas habiendo ahorrado el 10% de sus sueldos.
Conclusión
Es verdad que las tasas de reemplazo del sistema privado chileno son comparativamente bajas. Las razones son básicamente dos: la primera es que los salarios han aumentado muy notablemente durante los últimos 35 años (mucho más de lo que lo han hecho en España), de modo que los pensionistas actuales cotizaron con unos sueldos comparativamente mucho menores que los presentes; la segunda es que la cotización al sistema privado de pensiones apenas alcanza el 10% del salario bruto (un tercio que en España). La primera de estas dos causas irá diluyéndose estadísticamente con el paso de los años (pues no parece probable que, durante las próximas tres décadas, los sueldos en Chile se expandan al mismo ritmo que en las tres anteriores); la segunda dependerá de la actitud que cada chileno adopte ante su jubilación: si consideran insuficientes las tasas de reemplazo que ofrece el sistema con un ahorro obligatorio del 10% de los salarios, entonces deberán proceder a ahorrar voluntariamente un mayor porcentaje de su renta (como hacen hoy los trabajadores españoles de manera no voluntaria, sino obligatoria).
Acaso algunos argumenten que los chilenos carecen de margen para ahorrar un mayor porcentaje de sus salarios, pero entonces de nada les servirá importar un sistema de pensiones de reparto como el español: un sistema que les obligaría a ahorrar no el 10% de sus salarios, sino el 28,3%. Y los resultados que obtendrían serían notablemente peores que ahorrando ese 28,3% dentro de su sistema de capitalización privado.
No, si algo necesita el sistema de pensiones chileno no es una completa estatalización, sino una completa liberalización: libertad de entrada de nuevos instrumentos de ahorro y libertad de determinación de la tasa de contribución al sistema. Sólo así cada ciudadano será plenamente consciente de que ahorrar para la jubilación es su entera responsabilidad. El error que acaso se cometió en Chile fue prometerles a los ciudadanos que una tasa de ahorro del 10% bastaría para que cobraran pensiones “suficientes”, cuando el concepto de “suficiencia” es totalmente subjetivo: imponer la tasa de ahorro obligatoria del 10% lanzó el equivocado mensaje de que no resultaba necesario ahorrar en mayor medida.
Chile debe empezar a considerar a sus ciudadanos como adultos responsables de su jubilación, no como niños inmaduros que deben ser tutelados por los políticos: copiar el sistema español de pensiones los empobrecerá aún más y, lo que es peor, sólo servirá para entregarles a los políticos el control de las pensiones de todos los chilenos… un poder que utilizarán electoralistamente en su propio beneficio. Más pobreza y populismo político: ¡no copien a España!
Brasil tendrá que conformarse con el fútbol, los Juegos Olímpicos, samba y caipirinhas
por
Carlos Montero
•Hace 12 horas
Ya han comenzado las Olimpiadas, probablemente el mayor evento del mundo en repercusión económica, social y de medios. Se celebran en Brasil, aunque es probable que todos ustedes lo sepan. Ahora bien, la Brasil a la que le concedieron los juegos no es la misma Brasil que los está organizando. Aquella nación de enorme potencial económico a la que se les adjudicó, se ha conertido en un país deprimido, repleto de corrupción y con una enorme contestación social. El economista Guillermo Barba, con un gran conocimiento de su situación dada su proximidad, realiza el siguiente análisis del país. Veamos:
Brasil es el “gigante” de Latinoamérica, el país más extenso de la región, con la mayor población y la economía más grande. Pero no es un coloso fuerte e imponente, sino uno con pies de barro. El auge que hasta hace poco pareció vivir se debió no a factores de fortaleza interna, sino a condiciones externas que le favorecieron, como un crecimiento impresionante de China y precios de materias primas (commodities) al alza.
El presente siglo significó el comienzo del ascenso brasileño. No por casualidad, el ciclo alcista mayor del precio de las commodities había comenzado al mismo tiempo.
Y es que Brasil, lo que más exporta, son justo productos básicos como mineral de hierro, soya, petróleo, azúcar, café, etc.
De manera que la confluencia del crecimiento chino sumado a un ascenso en los precios de sus exportaciones, trajo el apogeo aparente que le tocó presumir al presidente Luiz Inácio Lula Da Silva. Fue circunstancial.
La crisis mundial de 2008-2009 desplomó de nuevo las cotizaciones de las materias primas, que se levantarían temporalmente sólo ante la expectativa de inflación por los estímulos de los bancos centrales. Recordará que los más importantes –encabezados por la Fed estadounidense-, deprimieron las tasas de interés a mínimos históricos e inyectaron liquidez como nunca antes.
Desde la Nueva Escuela Austríaca de Economía (NASOE por sus siglas en inglés) afirmamos y explicamos por qué estos estímulos monetarios traerían deflación en vez de un alza generalizada de precios en las economías desarrolladas. Solo hasta que el mercado se percató de que la inflación no llegaría, en 2011 dio comienzo una nueva corrección general (baja) de las commodities.
Suele suceder que los “pecados” económicos y políticos –y hasta abiertos delitos como la corrupción- se perdonen en épocas de auge. Eso fue lo que le tocó vivir a Lula. La fiesta terminó y el castigo le tocó sobre todo a la presidenta Dilma Rousseff.
Y es que no hay borrachera de gasto público y abundancia de crédito que no termine mal. Todo crecimiento que se base en esos factores está condenado a fracasar.
Para muestra un botón. El crecimiento del PIB brasileño, que en 2010 alcanzó tras la crisis un pico de 7.5 por ciento, inició su descenso para llegar a 3.9 por ciento en 2011, 1.9% en 2012, 3% en 2013, 0.1% en 2014 y -3.8% en 2015, su peor recesión desde 1981.
La mala noticia es que el panorama luce desolador. China intentó evadir la recesión global con una inyección de crédito a cargo de su banco central que rebasó y humilló los esfuerzos de la Fed, el Banco de Inglaterra, el de Japón y el Central Europeo juntos. Les llegó la hora de pagar los platos y ahora la desaceleración que viven es tan fuerte, que nadie cree en los datos del PIB oficiales que hablan de una expansión anual de 6.9 por ciento en 2015.
Lo que vive un país como Brasil es sólo un espejo que da pistas de la realidad económica china.
No por nada Jim Rogers, el gurú de las materias primas, cuando se le preguntó en una entrevista si el país sudamericano era todavía un buen lugar para invertir, dijo: “No. No quiero invertir en Brasil mientras tengan un gobierno anticapitalista y antieficiencia. No quiero invertir ahí mientras haya un gobierno que no entienda la economía.”
¿Qué tendrían que hacer en Brasilia? Abrir de par en par la economía a la competencia total sin pretextos, liberalizar para siempre el flujo de capitales, no intervenir nunca el mercado cambiario, desregular, equilibrar de forma permanente sus finanzas públicas, combatir la corrupción, etc. Ese es el camino correcto, no el del proteccionismo, la intervención estatal y el aislamiento.
El ciclo alcista mayor de las commodities no ha terminado. Las cotizaciones van a volver a recuperarse sin lugar a dudas hasta el punto en que un día se inflen en burbuja. Todos los bull markets terminan en euforia, que no hemos visto en ese mercado. Pero Brasil ni el resto de los principales productores deben esperar a que ese día llegue, pues si nada cambian, volverá a pasar lo mismo: después del auge, vendrá la crisis.
En suma, el panorama para el “gigante” latinoamericano no es bueno. Sin reformas de fondo que les permitan abandonar en definitiva el populismo, tendrán que conformarse con fútbol, Juegos Olímpicos, samba y caipirinhas para olvidar las penas.
17:30 Fuertes alzas del petróleo por los rumores de reducción de producción de la OPEP
El petróleo sube cerca del 3% a 45,19 dólares barril brent ante las especulaciones de una posible restricción de producción por parte de la OPEP en una reunión extraordinaria en septiembre, aliviando las preocupaciones de una sobreoferta en el mercado.