por admin » Mar Sep 13, 2011 1:19 pm
SPANISHSEPTEMBER 12, 2011, 7:59 P.M. ET
Para protegerse de embargos, Venezuela busca salir de foro de arbitraje global
Por JOSÉ DE CÓRDOBA
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, desea retirarse del foro internacional más utilizado para resolver las disputas de inversionistas, donde su gobierno enfrenta demandas por más de US$40.000 millones a raíz de la nacionalización de propiedades.
Funcionarios venezolanos han elaborado planes para retirar al país del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), una división del Banco Mundial, según documentos recientes obtenidos por The Wall Street Journal.
Una salida sería la última de una serie de acciones adoptadas por Chávez para proteger los activos internacionales de Venezuela de posibles embargos por parte de gobiernos extranjeros, y ahora posiblemente de sus acreedores.
El mes pasado, Caracas anunció que transferiría US$6.000 millones de reservas en efectivo depositadas en bancos de Europa y Estados Unidos a bancos rusos, chinos y brasileños. Asimismo, Chávez dijo que movilizaría unas 211 toneladas de oro por un valor de US$11.000 millones de bancos extranjeros a la bóveda de seguridad del Banco Central de Venezuela en Caracas.
Documentos del gobierno venezolano indican que la razón principal de esas medidas era evitar sanciones económicas de la comunidad internacional, como las que han congelado millones de dólares de fondos del gobierno de Libia.
Analistas también dicen que Chávez teme la posibilidad de que su país se vea obligado a pagar compensaciones a compañías que han sido expropiadas.
La salida de Venezuela del CIADI se ajustaría a la tendencia nacionalista de Chávez, quien ha expropiado 988 empresas, 401 de ellas en lo que va de 2011, según Conindustria, una cámara de la industria nacional.
"Es pura demagogia", opina Roberto Dañino, ex secretario general del CIADI. "A Venezuela le gustaría que los inversionistas se sometieran a los tribunales nacionales, donde no hay garantías ni debido proceso".
La embajada de Venezuela en Washington declinó hacer comentarios, así como los abogados de Arnold & Porter LLP y Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mostle LLP, los dos firmas que contrata Venezuela para defenderse en las demandas del CIADI.
Abogados familiarizados con los procedimientos del CIADI afirman que la salida de Venezuela no tendría ningún impacto sobre las 18 demandas que Venezuela enfrenta actualmente en la división del Banco Mundial. En principio, solo surtiría efecto seis meses después de notificar a la organización, explica Dietmar W. Prager, abogado de Debevoise & Plimpton LLP, de Nueva York, que representa a inversionistas ante el CIADI en disputas con Venezuela.
Además, los tratados bilaterales de inversión someten a Venezuela al arbitraje del CIADI por un período determinado que, dependiendo del pacto, puede ser de entre 10 y 15 años tras la cancelación de un acuerdo, según abogados y los propios documentos venezolanos.
En últimas, de acuerdo con los documentos del gobierno, el objetivo de Venezuela es reemplazar el CIADI con un mecanismo de resolución de conflictos ajustado al marco de agrupaciones de integración regional como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América o la Unión de Naciones Suramericanas, que fueron fundadas a instancias de Caracas o con fuerte influencia suya.
"Podría ser una combinación para hacer teatro y un intento por mostrar a Chávez como un líder regional que encabeza un intento por limpiar el sistema internacional de protección de las inversiones", opinó James Lloyd Luftis, quien dirige el área de resolución de disputas internacionales de la firma de abogados Vinson & Elkins.
Una salida enviaría una señal hostil sobre la política de Venezuela hacia las inversiones extranjeras, advierte Prager. Cabe aclarar que los inversionistas extranjeros ya han recibido el mensaje, al igual que multinacionales que han sacado del país más activos que los que han ingresado. La inversión extranjera directa tenía un saldo negativo de US$3.100 millones en 2009 y de US$1.400 millones (también negativo) en 2010, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
En el CIADI, la empresas hacen fila en busca de una indemnización de Venezuela, desde los gigantes del petróleo hasta mineras de oro, e incluyendo a algunos de los fabricantes de cemento más grandes del mundo. ConocoPhillips es, por mucho, la que exige la mayor compensación. La compañía petrolera quiere recuperar US$30.000 millones por su participación en dos proyectos en campos de crudo pesado en el Orinoco, según Reuters. Otro gigante, Exxon Mobil Corp., busca US$7.000 millones en compensación por la expropiación de una planta de tratamiento de crudo pesado. Un portavoz de Exxon no quiso hacer declaraciones.
Las cementeras Cemex y Holcim, de México y Suiza, buscan compensaciones por las expropiaciones realizadas por Chávez en 2008, como parte de su plan de nacionalización de la industria del cemento.
Holcim llegó recientemente un acuerdo con Venezuela por US$650 millones. La empresa suiza suspendió por ahora sus acciones legales en función de si Venezuela cumple con los términos del acuerdo, según informó una persona cercana al caso. El caso de Cemex sigue adelante.
Este año, Crystallex, una minera de oro canadiense, presentó una demanda en busca de US$3.800 millones en compensación por la terminación unilateral de un enorme proyecto de minería de oro. Un portavoz de Crystallex expresó que la acción legal de la empresa no se vería afectada si Venezuela se retira del CIADI.
Desde 2007, Chávez ha hecho público su intención de salir del CIADI. Algunos de sus aliados más cercanos ya se han retirado, como Bolivia, en 2007, y Ecuador, en 2009.
Los documentos venezolanos muestran que la salida del CIADI sólo pondría en marcha un proceso complejo y difícil. Caracas tendría que renegociar tratados bilaterales de protección de inversiones con 23 países, incluidas varias naciones europeas y algunos aliados como Irán y Rusia.