por admin » Lun May 13, 2013 10:02 pm
La principal candidata a presidir la Fed genera dudas en el mercado
El próximo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos determinará cuándo revertir las políticas de crédito fácil que han caracterizado la gestión de Ben Bernanke, una decisión que podría comprometer la recuperación económica si se toma demasiado pronto o producir una inflación desbocada si se toma demasiado tarde.
La tarea podría recaer sobre los hombros de la vicepresidenta de la Junta de la Fed, Janet Yellen, una economista meticulosa y exigente, educada en la Universidad de Yale, que lanzó advertencias certeras y tempranas sobre la burbuja inmobiliaria. Luego de la crisis financiera, ayudó a que la Fed se concentrara en atacar el desempleo con políticas que buscan estimular la economía al menos hasta que la tasa de desocupación caiga a 6,5%.
Yellen está entre los principales candidatos para encabezar la Fed, asumiendo que Bernanke deje el puesto cuando su mandato termine en enero próximo, pero su elección dista de estar garantizada. Yellen enfrenta una gran pregunta que se hacen los inversionistas: ¿es lo suficientemente cautelosa ante los riesgos del dinero fácil como para cerrar las compuertas del crédito de la Fed antes de que surjan burbujas financieras o se dispare la inflación? Como primer paso, el banco central ha delineado una estrategia que mantiene su flexibilidad para retirar de a poco su programa de compra de bonos por US$85.000 millones al mes. Pero aún se debate cuál es el momento apropiado para realizar ese repliegue.
"Me preocupa que la estrategia a la cual se adhieren ella y muchos otros erosione con el tiempo la credibilidad antiinflacionaria de la Fed", señaló Alfred Broaddus, ex presidente del Banco de la Reserva Federal de Richmond.
Yellen nació hace 66 años en Brooklyn, Nueva York, de padres que vivieron la Gran Depresión. La experta llamó a que la Fed respondiera de forma enérgica al alza del desempleo y sostuvo que tras la crisis financiera de 2008 era improbable que aparecieran presiones inflacionarias en una economía tan debilitada, una postura que hasta el momento ha sido correcta. Desde entonces la inflación ha promediado 1,8% anual.
"Para mí no son sólo estadísticas", afirmó en un discurso ante el grupo sindical AFL-CIO en febrero. "Sabemos que el desempleo a largo plazo es devastador para los trabajadores y sus familias". Richard Trumka, el presidente del sindicato que la invitó a hablar, indicó que Yellen "entiende la situación difícil de Wall Street y los trabajadores, no sólo de Wall Street".
Yellen, no obstante, ha encontrado resistencia tanto dentro como fuera de la Fed. James Bullard, el presidente de la Reserva Federal de St. Louis, advirtió en una entrevista que si la entidad intenta reducir el desempleo con demasiado ímpetu, corre el riesgo de desatar un proceso inflacionario sin hacer mucho para fomentar el empleo. "Mucha gente habla de prestarle más atención al desempleo", aseveró, sin mencionar directamente a Yellen. "No creo que sea una buena idea".
En una encuesta entre economistas del sector privado realizada la semana pasada por The Wall Street Journal, 29 de 38 encuestados previeron que Yellen sustituirá a Bernanke al frente de la Fed. Otros candidatos podrían ser el ex vicepresidente de la institución, Roger Ferguson, y los ex secretarios del Tesoro Timothy Geithner y Lawrence Summers.
"Si estuviera en la Casa Blanca me entusiasmaría la idea de nominar a la primera presidenta de la Fed, con un currículum que es posiblemente mejor que el del actual presidente de la Fed", sostuvo Vincent Reinhart, economista jefe de Morgan Stanley en EE.UU. y ex director de la división de asuntos monetarios del banco central. De todos modos, "creo que los participantes del mercado están nerviosos al respecto" y les preocupa que priorice la creación de empleo sobre la inflación, añadió.
Yellen impresionó gratamente a Obama cuando solicitó su asesoría cuando era candidato presidencial, pero no tiene una relación cercana con el mandatario, según fuentes cercanas. Cuando la economista fue nominada como vicepresidenta de la Fed, por ejemplo, no tuvo una entrevista cara a cara con Obama, dicen personas al tanto.
Geithner y Summers, en cambio, tienen sólidos lazos con la Casa Blanca. Geithner ha dicho que no quiere el puesto; Summers estaría interesado, según personas que lo conocen, pero prefirió no comentar al respecto.
Si bien Bernanke no parece desear un tercer período al mando de la Fed, Obama podría presionarlo para que se quede. Bernanke reveló en marzo que habló "un poco" de sus planes con Obama, pero prefirió no decir más. La Casa Blanca no ha informado cómo elegirá al presidente del banco central.
La elección implica más que dramatismo político. La Fed podría estar por ingresar en otro período peligroso.
El banco central redujo las tasas de interés de corto plazo a casi cero, lanzó programas de compra de bonos que inyectaron billones (millones de millones) de dólares en la economía y engrosó su portafolio de US$3 billones con valores hipotecarios y del Tesoro de EE.UU.
En algún momento, el próximo líder de la Fed deberá emplear métodos que no han sido probados para revertir el proceso, al aumentar las tasas de interés y retirar grandes volúmenes de efectivo de los bancos.
Sus defensores afirman que hay pocos estudiantes mejor preparados que Yellen. Luego de estudiar en la Universidad de Brown, comenzó un doctorado en economía en Yale, donde fortaleció su interés por el desempleo al trabajar con destacados especialistas como James Tobin, quien posteriormente obtuvo el premio Nobel de Economía.
Yellen comenzó a trabajar en la Fed a fines de 1977 y allí conoció a su futuro esposo, el economista George Akerlof, quien ganó un Nobel en 2001.
Yellen ascendió en la Fed al ser metódica y no iconoclasta. Asiste a reuniones de política con declaraciones redactadas con cuidado. Quienes trabajan con ella afirman que llega al aeropuerto con horas de anticipación.
Fue presidenta del Consejo de Asesores Económicos durante la presidencia de Bill Clinton en 1997, un período de robusto crecimiento económico. Luego, como presidenta de la Fed de San Francisco, Yellen lanzó advertencias tempranas sobre el peligro de una crisis inmobiliaria y sus consecuencias para el resto de la economía.
Yellen ha causado revuelvo en la Fed con sus posturas firmes, pero en los últimos tres años el banco central avanzó hacia su receta de tomar medidas enérgicas sostenidas.
La Fed tiene un plan de salida para estas políticas: cuando el mercado laboral mejore, disminuirá gradualmente las compras de bonos. Luego, cuando el desempleo caiga por debajo de 6,5%, comenzará a subir las tasas a corto plazo.
Si la inflación repunta, actuará antes. A la larga, la Fed podría vender algunos de sus bonos y comenzar a absorber todo ese efectivo.
La ejecución del plan estará en manos del próximo líder de la Fed.