por admin » Mié Jun 19, 2013 5:27 am
La baja inflación, el dolor de cabeza de la Fed
June 18, 2013 4:42 PM
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal. Photo: Getty Images
By Por Michael S. Derby
NUEVA YORK-—Funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos esperan y quieren que la inflación sea más alta de lo que es. Hasta ahora, eso no ha ocurrido.
El índice de precios al consumidor publicado el martes mostró que la inflación subió solo 1,4% en mayo frente a un año antes. Si bien el IPC no es el indicador favorito de inflación de la Fed —ese es el índice de precios de gasto de consumo personal— la lectura es un recordatorio de que las alzas de precios aún están por debajo de la meta de 2% del banco central. Los economistas de Macroeconomic Advisers sostienen que el alza del IPC posiblemente se traducirá en un aumento anualizado de 0,7% en el segundo trimestre, una lectura muy débil.
Una inflación débil es de mucha importancia para la política monetaria. Los funcionarios del banco central han reiterado que quieren aumentos de precios que cumplan con la meta. Sobre la meta, bajo la meta: ambos son resultados indeseables. Mientras más tiempo las presiones de precio se mantengan bajo la meta de la Fed, más posibilidades hay de que la Fed siga adelante con, o incluso aumente, su programa de compra de bonos de US$85.000 millones al mes para impulsar el crecimiento.
La débil inflación seguramente estará sobre el tapete para los funcionarios de la Fed mientras deliberen sobre la política monetaria el martes y miércoles de esta semana. Los economistas no esperan que el banco central cambie el rumbo justo ahora, pero hay importantes preguntas sobre el panorama para la compra de bonos. Lo que ocurre con la inflación es clave para ese debate.
En las últimas semanas, muchos funcionarios de la Fed han sugerido que podrían reducir el estímulo de compra de bonos en los próximos meses si la economía continúa creciendo al ritmo que prevén.
La inflación es el comodín: si las presiones de precios se mantienen en los niveles actuales, algunos funcionarios de la Fed -entre ellos los restrictivos que no ven con buenos ojos el programa de compra de bonos- han señalado que el banco central tendría que mantener o incluso aumentar sus compras de bonos.
En general, los funcionarios de la Fed dicen no estar preocupados por la inflación actual, pues las expectativas para los precios futuros se han mantenido en gran parte estables y cerca de la meta. La parte complicada es medir las expectativas. La percepción sobre la inflación futura se basa en sondeos a economistas, el público general y los mercados financieros. Las señales en este frente no han mostrado una dirección clara.
La Fed de Cleveland sigue las expectativas de inflación en base a una serie de factores del mercado. Estima que el público espera que los precios se elevarán apenas por debajo de 1,5% anual durante la próxima década, muy por debajo de la meta de la Fed.
El Proyecto de Inflación de la Fed de Atlanta tiene más que ofrecer respecto al tema. La pizarra de inflación del banco, que está publicada en su sitio web, cubre los precios minoristas, las expectativas de inflación, los costos laborales, los precios al productor, los precios de los bienes básicos, el dinero y el crédito. El banco destaca que de los seis componentes, la mitad muestra debilidad y la otra mitad se sitúa en lo que se consideran niveles "típicos". Más importante, las expectativas de inflación se consideran en niveles normales, según el análisis de la Fed de Atlanta.
Lecturas un tanto inconsistentes sobre el rumbo futuro de los precios haría que los funcionarios de la Fed se muestren cautelosos sobre la inflación y dudosos de emplear la política monetaria para cambiar el panorama. Muchos en la Fed creen que factores temporales están manteniendo la inflación a la baja, y a medida de que esos factores retrocedan, la inflación se elevará hacia la meta de 2%.
Hay algo de peso en esa lectura. Los precios de los bienes básicos han sido decididamente débiles y probablemente se acelerarán si la economía puede seguir creciendo. No obstante, la incertidumbre fundamental respecto al panorama de política monetaria no se beneficia del hecho de que la inflación es inferior a la meta; eso representa un argumento para un mayor estímulo en un momento en que muchos mercados anticipaban menos.
Como están las cosas ahora, la mayoría de los economistas cree que la Fed puede seguir el camino que se ha trazado. Capital Economics dijo a sus clientes que la "inflación sigue muy por debajo de la meta de 2% de la Fed, lo que da al banco central bastante margen para eliminar su flexibilización cuantitativa muy gradualmente".